La importancia del examen visual a los niños previo al inicio de las clases La importancia del examen visual a los niños previo al inicio de las clases
Las semanas previas al comienzo de las clases son de mucho movimiento para los padres y los niños, hay que comprar los útiles escolares, el uniforme, realizar el apto médico...
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Este chequeo es muy importante, ya que con él se pueden descubrir trastornos de la salud del que los padres quizás no tenían ni idea, ya que la mayoría ni le hacen un examen de salud general a sus hijos.
Este chequeo médico incluye o debería incluir un chequeo cardiológico (electrocardiograma), registro de las medidas antropométricas (peso y talla para calcular el índice de Masa Corporal), evaluación de la presión arterial, revisión de la salud dental y repaso del certificado de vacunación. Además de estos chequeos, algunas escuelas también piden análisis sanguíneo, radiografía de tórax, y controles oftalmológico y fonoaudiológico.
Estos últimos 2 estudios son muy importantes, especialmente al comienzo de la primaria y preprimaria. El test de aptitud visual es fundamental ya que se pueden descubrir problemas de la visión que dificultan el aprendizaje de los chicos, ya que el 80% de lo que aprenden ingresa por los ojos. Muchas veces se cree que el niño tiene problemas de aprendizaje cuando en realidad el problema radica en la visión.
El examen oftalmológico puede descubrir trastornos de la visión como la miopía (ver mal de lejos), astigmatismo o hipermetropía (problemas para ver bien de cerca o lejos), ambliopía (ojo perezoso), o estrabismo (ojo desviado).
¿Guiña mucho los ojos? ¿Se queja de dolores de cabeza? ¿No lee bien para su edad? Hay síntomas que pueden alertarle que su hijo no ve bien y necesita una visita urgente al oftalmólogo.
¿Necesitará anteojos? ¿No se acerca demasiado al libro? ¿Ve del todo bien? Son preguntas que suelen hacerse los padres de niños en edad infantil y de primaria.
Y lo cierto es que esas dudas tienen una justificación porque uno de cada 4 escolares presenta alteraciones visuales, según estudios publicados en las más prestigiosas revistas especializadas.
Entre el 5 y el 20% de los preescolares y el 25% de los escolares tiene alteraciones visuales como miopía, hipermetropía o estrabismo. La miopía es el problema que más aumenta.
Un 10% de los niños padece ambliopía, más conocido como ''''ojo vago'''', más de la mitad de los padres desconocen este trastorno, por lo que no buscan tratamiento.
Pero, ¿cómo sospechar que nuestro hijo no ve bien y necesita una visita urgente al oftalmólogo?
Los especialistas de la Sociedad de Oftalmología de Santiago del Estero descubren las señales a las que debemos estar atentos, aunque no hay que olvidar que conviene llevar al niño al oftalmólogo una vez al año para comprobar que no hay ninguna anomalía.
Y siempre es un buen momento para hacerlo y evitar que los problemas visuales puedan afectar el rendimiento escolar que se está iniciando.
Precauciones con las pantallas
Al margen de estar pendiente de las señales de alarma, es muy importante la prevención en el ámbito de la pantalla. Y más teniendo en cuenta que muchos niños se han aficionado a ellas tras el confinamiento y existe la posibilidad de cuarentenas o nuevos confinamientos que a buen seguro obligarán a retomar la enseñanza online y con ella una mayor exposición a las pantallas.
* Ajusta los colores del monitor para que sean siempre claros y mates. Configura también los caracteres y el tamaño de la fuente, que no sea muy pequeña, para facilitar la lectura. Deja que sea el niño quien te diga lo que le va mejor.
* Mantén una imagen estable y sin destellos. Aumenta la velocidad de refresco de la pantalla, que esta se pueda orientar a voluntad para mejorar los ángulos de visión y que permita su regulación en cuanto a brillo y contraste.
* Procura que la pantalla esté siempre limpia. Lo ideal es estudiar o leer con texto negro sobre fondo blanco.
* Sitúa la pantalla a una distancia de entre 50 y 60 cm. La parte superior tiene que estar a una altura similar a la de los ojos o un poco más baja.
* Coloca el ordenador perpendicular a la ventana para que no haya deslumbramientos ni reflejos.
Según la Academia Americana de Pediatría, el "screen time" o tiempo de pantallas en niños son las siguientes:
* 0 a 2 años: Nada de pantallas.
* 2 a 5 años: Entre media y una hora al día.
* 7 a 12 años: una hora con un adulto delante. Nunca en horas de comidas.
* 12 a 15 años: Una hora y media. Mucho cuidado con las redes sociales.
* Más de 16 años: Dos horas. Los dormitorios no deben tener pantallas.
Cuándo hay que llevar al niño a la consulta con el oftalmólogo
Las entidades científicas han elaborado una guía con consejos para cuidar la salud ocular de los más pequeños y en ella recuerdan cuándo hay que llevar al niño al oftalmólogo.
A lo largo de la etapa de crecimiento del niño, las visitas obligadas son:
* En el nacimiento para descartar anomalías congénitas.
* A los 2 años para un examen ocular completo, aunque no haya sintomatología.
* De los 2 a los 8 años son necesarias las visitas anuales, aunque la vista esté sana, ya que en esta etapa se desarrolla el aprendizaje visual.
* A partir de los 8 años se pueden espaciar los controles a dos años hasta llegar a la mayoría de edad.
* Y ante cualquier señal de alarma que observemos hay que acudir de inmediato al oftalmólogo.
Alarmas
Los niños no suelen quejarse de que no ven bien, en especial los más pequeños, por eso es importante estar atento a las siguientes señales ya que pueden darnos pistas de que el niño necesita una visita al oftalmólogo:
Si observas que tu hijo evita las tareas relacionadas con la visión de cerca, ya sea leer o hacer los deberes, puede tener problemas de visión.
Si evita el deporte u otras actividades de ocio podría tener problemas para ver de lejos.
Los niños no suelen quejarse de que no ven bien, y la lectura da pistas sobre su salud visual
La lectura da pistas sobre la salud visual del niño, por ello hay detalles a los que se deben prestar mucha atención.
Se recomienda a los padres, observar:
¿Omite o confunde letras o palabras, usa el dedo para guiarse, adopta una postura forzada o se acerca al libro más de lo normal? Podría necesitar gafas. Un nivel bajo de lectura podría deberse a muchas causas, pero una de ellas también podría ser algún problema visual.
Gestos como fruncir el ceño, guiñar mucho los ojos, inclinar la cabeza como si intentara enfocar bien o girar el cuello para mirar de lejos o de cerca son señales de posibles problemas visuales.
Si se le irritan los ojos, le pican o le lloran al escribir o al leer no lo dejes pasar.
Los dolores de cabeza habituales en niños también se asocian a la vista. Si se queja de cefaleas llévalo al oftalmólogo.
Por supuesto, tropezar con facilidad también puede deberse a un problema de visión.
Se queja de visión borrosa o cansancio ocular y te lo hace saber.
Obviamente, la visión doble o cualquier tipo de desviación visual son síntomas de alarma.
El tortícolis también, porque puede ser consecuencia de que el niño gira mucho la cabeza para ver bien.