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The Apology: Cuando no basta una buena idea para hacer un buen film

28/12/2022 20:37 Opinión
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Por Heraldo Pastor

"The apology" me trajo recuerdos de un film de 1986, "Extremities" (que en la Argentina conocimos como "Acorralada"). Lo protagonizaba la bella Farrah Fawcet, quien alcanzó la fama mundial gracias al megaéxito televisivo "Los ángeles de Charlie" (1976), que tuvo sus remakes en nueva serie y películas. El peinado de Farrah fue una impresionante tendencia; no había mujer que no se hiciera sus ondas en el cabello en esos años. Cuando filmó "Extremities", pareció querer cambiar su imagen de modelo impecable, demostrar que podía actuar y despeinarse, afearse. 

En esa película, que era una adaptación al cine de una obra teatral (en la que actuara la propia Farrah), una mujer conseguía doblegar al hombre que había entrado en su casa para violarla; la trama presentaba un dilema (recurso habitual en la estructura dramática): podía entregar al agresor a la policía, pero tendría que sufrir una nueva victimización, probar el crimen, demostrar que no fue una provocadora y aun así era posible que al poco tiempo él recuperara la libertad y volviera a delinquir. La otra opción era hacer justicia por mano propia, y matarlo. A añares del #MeToo, el dilema se trasladaba al espectador, lo incomodaba, y la bella Farrah tuvo su nominación al Globo de Oro.

“The apology” en el espejo de “Extremities”

En esa película, que era una adaptación al cine de una obra teatral (en la que actuara la propia Farrah), una mujer conseguía doblegar al hombre que había entrado en su casa para violarla; la trama presentaba un dilema (recurso habitual en la estructura dramática): podía entregar al agresor a la policía, pero tendría que sufrir una nueva victimización, probar el crimen, demostrar que no fue una provocadora y aun así era posible que al poco tiempo él recuperara la libertad y volviera a delinquir. La otra opción era hacer justicia por mano propia, y matarlo. A añares del #MeToo, el dilema se trasladaba al espectador, lo incomodaba, y la bella Farrah tuvo su nominación al Globo de Oro.“The apology” en el espejo de “Extremities”.

No sé si Alison Locke, directora de "The apology", tuvo en cuenta aquel film e intentó dialogar con él, casi como rehaciéndolo (un "reboot", como se dice ahora). Ese hombre machista tiene ahora conciencia de su mal comportamiento, se arrepiente y quiere ser perdonado; pero sigue disculpándose a sí mismo, atribuyéndole al instinto su bajeza. Si Locke no vio ni pensó en "Extremities", es una notable casualidad que en ambas producciones la protagonista le arroje té caliente en la cara al agresor. "The apology" coincide también en la trama del cazador cazado y en su puesta casi teatral: todo ocurre dentro de una casa (sí, otra vez el gótico clásico, con fémina en peligro en caserón y tormenta de fondo), hay abundante diálogo y un dilema dramático, llamar a la policía o hacer justicia por mano propia. 

Ahora bien, la película de Locke está a siglos luz de la de Farrah Fawcett (dirigida –hagámosle el honor a su realizador– por Robert M. Young). Al principio, todo viene más o menos bien, con algo de intriga, con tensión cuando la protagonista, Darlene, le abre la puerta de su casa (donde vive sola) a su excuñado, Jack, a quien no veía desde hacía diecinueve años. Pero a partir del minuto veinte, más o menos (de un total de noventa), el relato se convierte en (para decirlo rápido y claro) una sarta de estupideces, un monumento a la inverosimilitud o (cuanto menos) malas decisiones narrativas. Desde las más pequeñas: la vecina saca a su perrito faldero a hacer popó en medio de una terrible tormenta de nieve; Darlene intenta romper el vidrio de la ventana del baño a puñetazos, cuando tiene a su alrededor un montón de objetos con los que podría hacerlo sin lastimarse la mano. Y las más grosas: Darlene escucha el relato de la agresión sufrida por su hija sin que se le caiga ni una lágrima.

La realizadora apela un par de veces a una elipsis para disimular una inverosimilitud; así se excusa de explicar –por ejemplo– cómo ata Darlene a Jack. Los tres actores que participan en este desastre lucen bien de madera, aunque no tenían mucho material con qué lucirse. Están Anna Gunn (a quien conocimos con mejor desempeño en "Breaking bad") en el rol de Darlene; Linus Roache (de la serie "Vikings") como Jack; y Janeane Garofalo (estuvo en "24", "Criminal minds" y muchas otras series), como la vecina Gretchen. Todos dan pena. Y el film indigna. Ni la "sorpresa" final le resulta a la realizadora. "The apology" es la muestra de que no es suficiente con una buena idea o un buen mensaje para hacer una buena película. Es realmente interesante pensar en un hombre que no se merece el consuelo del perdón ni siquiera el de la venganza (que postula una frase promocional del film); pero es hilar demasiado fino en una obra olvidable.

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