La Argentina Post Pandemia La Argentina Post Pandemia
Por Luisa Argañaraz. Presidenta del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santiago del Estero.
La pandemia provocó una crisis mundial en una innumerable cantidad de aspectos, entre los que podemos mencionar: el sanitario, económico, tributario y financiero, Argentina no ha sido ajena a ello.
Así podemos citar medidas legales adoptadas en consecuencia como: L.27541 de emergencia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social,
DNU 260/2020 y numerosos DNU con distintas materias (Seguridad Social, Previsional, etc.) y algunos centenares de sub normas vinculadas (AFIP; Rentas Provinciales, IGJ, CNV etc.)
Se renegocio la deuda pública e incrementó el riesgo país.
Se dictó la Ley 27563 de sostenimiento y reactivación productiva de la actividad turística nacional.
Ley 27570 de promoción de la economía del conocimiento, entre otras.
Se planteó la famosa disquisición entre salud y economía.
Se produjo un sustancial daño a la hacienda pública y al sector privado.
Lo arriba expresado es un resumen del escenario actual falta expresar cual es el escenario o que se espera en lo atinente al aspecto económico y fiscal.
Desde lo económico : Según informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA (Universidad Católica argentina), entre las condiciones necesarias para el despegue de la economía, se necesita consensuar los objetivos de un proyecto de país a largo plazo. Esto implica aprender a dialogar y a ceder. Buscar la estabilidad macroeconómica, crecer en competitividad, mejorar la infraestructura y reducir la pobreza pueden ser algunos de estos objetivos de largo plazo. La mejor manera de reducir la pobreza es crear empleos formales, para ello es necesario invertir, y toda inversión necesita ser financiada. De allí la importancia del sistema financiero y el mercado de capitales.
Según un informe KPMG (es una red global de firmas de servicios profesionales que ofrece servicios de auditoría, de asesoramiento legal y fiscal, y de asesoramiento financiero entre otros) se espera el Desarrollo empresario y para ello, Es importante que las empresas puedan ir planificando y organizándose desde ahora para que la reactivación sea un proceso más rápido y consistente. La estrategia que seleccione cada organización dependerá, en gran medida, del sector en el que opere, y entre las opciones más probables que estarán contempladas en esa decisión se pueden citar los siguientes patrones de vuelta a la normalidad: a) aprovechar el momento para crecer; 2) transitar la crisis para luego volver a operar en un nivel similar al anterior; 3) transformarse para resurgir; y 4) eventualmente, discontinuar el negocio o reiniciarlo, pero con un perfil probablemente muy diferente al anterior.
Crecimiento: será el caso de las empresas de recuperación rápida y que hayan podido cambiar favorablemente durante la crisis en función del nuevo comportamiento del consumidor. De este sector, los futuros inversores se dan cuenta de su potencial para liderar esta etapa y de la necesidad de proporcionar capital para escalar agresivamente durante la reactivación. Los casos que mejor están atravesando la crisis son los de la venta minorista y farmacias online, delivery de comidas, químicos y petroquímicos, media streaming, telemedicina y medicina preventiva, educación digital y alimentos y bebidas.
Retorno a la normalidad: corresponde a los sectores que podrán normalizar su actividad más en el mediano plazo. Son empresas que integran la categoría de esenciales pero que sufrieron el impacto de la parálisis económica y que se recuperarán a medida que la demanda regrese a volúmenes similares a los previos a la cuarentena. Esta etapa comprende a los servicios financieros (bancos y seguros), bienes de consumo estacionales, transporte urbano y de carga, tecnología y telecomunicaciones, salud, agricultura, private equity y gestión de activos, y utilities públicas.
Transforma para resurgir: involucra a las empresas que se recuperarán a través de un largo camino y que para ello requieren reservas de capital que les permitan resistir y transformar los modelos de negocios, tanto operativos como comerciales, con el objetivo de resurgir más fuertes y en línea con los cambios que se están produciendo en clientes, consumidores y usuarios. Este grupo incluye la industria del turismo y el ocio y los sectores automotriz, energético, minero, de bienes de consumo y real state-construcción.
Reiniciar: son las empresas que operan en sectores que deberán hacer un gran esfuerzo por recuperarse debido a una demanda postergada y enfrentarán una reducida oferta de bienes y servicios. Dispondrán de capital insuficiente para evitar una recesión prolongada y/o una ejecución deficiente de una transformación digital que hoy es estratégica para el futuro. En esta fase se destacan aeropuertos, minorista, hoteles, gobierno, mercados industriales, deportes y medios.
Desde lo tributario se espera: una obligada armonización en diferentes temas entre los distintos poderes del Estado y entre los distintos niveles de gobierno.
Necesaria colaboración y definición de medidas fiscales de coyuntura y estructurales.
Otorgamiento de incentivos fiscales, aquí se plantea la disyuntiva que podría plantear el Estado para otorgar esos incentivos ya que se requiere de fondos financieros y quienes los aportan son justamente los ciudadanos y empresas. Entones estaríamos en presencia ante lo que vulgarmente se conoce cual es primero el “huevo o la gallina”, entiendo que el Estado debe buscar las formas de poder financiera las actividades empresarias sin tener que recurrir a mayor presión fiscal.
Es dable pensar que el estado debería buscar un equilibrio entre los mayores tributos y las políticas de desarrollo de los sectores económicos.
Para concluir podría citar el siguiente pensamiento (que comparto) expresado por un abogado en derecho corporativo.
La pandemia nos obligó a explorar nuestras deficiencias, ya es imposible taparlas bajo la alfombra. Es necesario pensar un país en serio que dé trabajo, cuide a las empresas y a los empresarios, urge modificar el sistema tributario que lo único que hace es impedir el crecimiento y las inversiones.