El aceite de cannabis gana espacios en la medicina El aceite de cannabis gana espacios en la medicina
En países como Colombia, Uruguay, Estados Unidos, España y Chile, los productos medicinales derivados de la marihuana ya se venden de forma legal bajo una serie de normas y restricciones.
Uno de estos fármacos es el aceite de CBD, el cual es utilizado para controlar dolencias y patologías comunes de distinta gravedad.
En la Argentina, su uso medicinal aún es motivo de debate aunque, poco a poco y gracias al avance en las investigaciones y la lucha de organizaciones especializadas, se habilitó el acceso para enfermos con ciertas restricciones.
El mes pasado, por ejemplo, los farmacéuticos bonaerenses llegaron a un acuerdo para facilitar el acceso a cannabis medicinal a los pacientes con epilepsia refractaria, y que puedan obtenerlo en la farmacia. Esto permitirá a quienes tengan indicado médicamente el aceite que puedan obtenerlo en cualquiera de los 7.500 comercios habilitados de la provincia de Buenos Aires.
Para entender mejor
A lo largo de la historia la planta de cannabis se utilizó en distintas culturas alrededor del mundo para distintos fines, entre ellos, la medicina. Esta especie posee distintos principios activos, denominados cannabinoides.
Estos tienen una gran variedad de propiedades medicinales, lo que permite paliar y controlar el dolor de distintas patologías como la epilepsia, glaucoma, esclerosis múltiple, fibromialgia, artritis autoinmune, enfermedad de Crohn y migrañas.
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Además, estudios recientes indican un efecto anticancerígeno en tumores cerebrales, en los de páncreas y piel. Abre el apetito de los pacientes de cáncer y reduce su dolor, las náuseas y los vómitos.
El tipo de cannabis más eficaz en estos casos es el rico en CBD (cannabidiol), que es el principal componente activo de la planta y no posee el efecto eufórico del THC.
Avances en el país
Las propiedades curativas y el continuo reclamo de padres de chicos epilépticos logró impulsar la sanción de la ley 27.350 de Cannabis Medicinal, que refiere al cultivo y producción de aceite de cannabis.
La legislación se promulgó de forma parcial en septiembre de 2017 y habilitó al Hospital Garrahan para comenzar a desarrollar un estudio de investigación sobre el uso de cannabis en niños que padecen epilepsia refractaria.
Pero aún existen algunos vacíos legales sobre tenencia y proceso de la planta.
Diferencias fundamentales
El cáñamo y la marihuana son dos variedades diferentes de la planta Cannabis Sativa. Por un lado, la marihuana cultivada tiene altos niveles de THC, concentrados en las flores y en los tricomas de la planta (comunmente llamados cogollos).
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Por otro lado, el cáñamo industrial se cultiva por su fi bra y tiene porcentajes casi indetectables de THC, pero presenta niveles altos de CBD. Lo cierto es que el cáñamo se cultiva hace siglos en el mundo con fines industriales y médicos, y para la elaboración de objetos útiles, como cuerda, ropa, velas, papel, entre otros productos.
El aspecto más relevante es que no se trata de una droga y, de hecho, contiene casi todos los nutrientes esenciales que el cuerpo del ser humano no puede producir solo.
Mediante la combinación de diferentes variedades de Cannabis Sativa, y gracias al desarrollo de la genética y las técnicas de cultivo, fue posible producir cáñamo con un porcentaje excepcionalmente alto en CBD, consiguiendo un aceite rico en CBD de cáñamo legal y no psicoactivo. Esta variante es la que mejores efectos logra en pacientes de todo el mundo, incluyendo la Argentina.