Temer envió tropas a Río de Janeiro para frenar la ola de violenc

Diez mil hombres de las Fuerzas Armadas junto con policías de la Fuerza Nacional llegaron ayer a la mañana a Río de Janeiro para controlar la creciente delincuencia en la ciudad, que alguna vez fue considerada "la postal del país". Soldados del Ejército se apostaron desde temprano en playas turísticas como Copacabana.

Pero también controlan los accesos a las principales vías de entrada y salida de esta capital: la Línea Vermelha; la salida del puente Río-Niteroi; la autopista Dutra y la avenida Brasil. En todas hay "check points", con blindados, jeeps, camiones y armas de grueso calibre.

Postura

"Estamos en Río en busca de seguridad y de paz. Sabemos que habrá reacción; pero nuestro mensaje es claro: no vamos a retroceder", declaró el ministro de Defensa Raúl Jungmann.

Junto con el titular de Justicia, Torquato Jardim, dijeron, en conferencia de prensa, que el número de militares asciende a un total de 8.500 soldados, suboficiales y oficiales; a eso se sumaron 620 policías de la Fuerza Nacional, 380 agentes de la Federal y 740 uniformados cariocas.

El presidente Michel Temer firmó por la mañana la orden que habilitó el empleo de fuerzas militares en la seguridad interna. Y estableció que la operación se extenderá hasta fin de año. "Lo que pretendemos es reducir al máximo la delincuencia, contener el tráfico de drogas, los robos y los asesinatos", sostuvo Jardim.

El gobernador Luiz Pezao firmó un acuerdo con el gobierno federal que le garantiza "la ley y el orden" hasta fines de 2018.Información publicada por diario EL LIBERAL. Director. Lic. Gustavo Ick.