La final de la Libertadores se muda a Perú y aumenta la cantidad de espectadores

Tras varios rumores, Conmebol, River y Flamengo decidieron el traslado de sede para la final de la Copa Libertadores que debía jugarse en Santiago de Chile el próximo 23 de noviembre, a la ciudad de Lima, Perú. 

La medida, surgió del encuentro que mantuvieron este martes en Luque las principales autoridades del fútbol sudamericano y los presidentes de los clubes involucrados en la definición.

River y Flamengo se enfrentaron en dos ocasiones en 2018, con empates en ambos partidos

La razón es clara y evidente. Chile está atravesando una de las mayores revueltas sociales de su historia en contra del gobierno encabezado por Sebastián Piñera, que además ya provocó la muerte de 24 personas (la mayoría de ellos a manos de los Carabineros), así como miles de detenidos y heridos.

Producto de esta situación, no era posible garantizar la total seguridad no solamente de las delegaciones sino también de los hinchas, en un país convulsionado que, además, ya tiene prevista una masiva marcha para el 23 de noviembre.

En el transcurso del encuentro, circularon rumores sobre la posibilidad de cambiar el formato aunque finalmente se respetará el ya pactado: Será un partido único en cancha neutral.

Finalmente, luego de barajar varias posibilidades entre Paraguay, Colombia y hasta Miami, el Estadio Monumental de Lima, con capacidad para 80 mil espectadores, fue el elegido por la Conmebol para que se dispute la final de la Copa Libertadores el próximo 23 de noviembre.

El imponente estadio perteneciente al Club Universitario, tiene tribunas con espacio para 60 mil hinchas y una estructura de palcos que alberga a 20 mil más, casi triplicando la capacidad de la sede original en Chile.

Caída la posibilidad de Chile como sede, los tres escenarios con mayores chánces son Asunción (Paraguay), Lima (Perú) y Medellín (Colombia), aunque entre ellos también aparecería Miami como una posible opción.