El festejo íntimo y sin sus hinchas en la Bombonera El festejo íntimo y sin sus hinchas en la Bombonera
Los futbolistas de River Plate se abrazaron y cantaron en la mitad de la cancha y tuvieron su fiesta íntima en la Bombonera. Gonzalo Martínez se fue encima de Driussi, Alario se abrazó con Ponzio y todos celebraron una victoria con gusto a venganza por el traspié sufrido en el Monumental.
El gol de Gago, cuando moría el primer tiempo, inyectó optimismo en los miles de hinchas xeneizes que de a poco perdían la paciencia. "Lo empatamos a lo Boca" se ilusionó un fanático en la platea, pero no era la tarde xeneize y River en la soledad de un estadio cubierto de azul y oro se dio un gran gusto.
El festejo siguió en el vestuario, con cánticos y dedicatorias que retumbaban en los pasillos de una Bombonera que rápidamente se llamó a silencio. Al tiempo que en las calles de La Boca los hinchas locales no ahorraban cuestionamientos para un equipo que todavía es líder, que aún depende de sí mismo, pero se llenó de dudas para encarar la recta final del torneo.
En tanto, los jugadores de Boca Juniors se marcharon de la Bombonera sin emitir opiniones sobre el superclásico perdido anoche por 3 a 1 a manos de River Plate, cuyos hinchas celebraron de punta a punta del país un triunfo que se dio en la misma fecha que aquel del "gas pimienta": un 14 de mayo.
Los futbolistas "xeneizes" salieron de los vestuarios del estadio en fila india y mirando el piso para evitar cualquier contacto, siquiera visual, con los periodistas que estaban detrás de las barreras de metal ávidos por escuchar sus explicaciones.
Entre ellos estaba el capitán Fernando Gago, que en dos superclásicos anteriores había sufrido sendas roturas del tendón de Aquiles y en esta oportunidad pudo redimirse con un gol, aún cuando éste no sirviera para ganar el partido.