Jimena Barrientos no quiere dejar pasar su chance de llegar a Arsenal de Sarandí

El fútbol femenino es un fenómeno que se va expandiendo cada vez más. Hoy es muy común ver a las chicas jugando a la pelota. Y Santiago no es la excepción.

Ernesto Oliva dirige una de las tantas escuelas de fútbol femenino y una de sus mejores jugadoras, Jimena Barrientos, tiene la gran chance de seguir su carrera en Arsenal de Sarandí. En febrero del año que viene viajará a Buenos Aires para la prueba final, pero esta talentosa defensora de 19 años se tiene mucha fe.

"Sería un sueño poder salir a jugar en otro lado, conocer otras personas y vivir una gran experiencia. Muchas veces uno lo ve por la tele y me gustaría ir a compartir y jugar ahí también. Sería una gran posibilidad para mí y no quisiera desaprovecharla", dijo Jimena, que ayer visitó la redacción de EL LIBERAL junto con su entrenador.

Luego contó cómo arrancó con la pelota. "Me gusta mucho el fútbol desde muy chiquita, siempre he compartido con mis primos y me quedaba más con los varones. Empecé a jugar hace cuatro años, cuando tenía 15, me fui a la escuelita de Ernesto Oliva y comencé a entrenar y jugar en su equipo. Dejé un año por algunos problemas, pero después continué.

También jugué en Comercio y en Güemes, pero ahora volví al equipo de él", relató.

Dicen que las pasiones no tienen explicación. Quizás por eso Jimena no puede explicar lo que siente por este deporte. "No sé por qué me gusta tanto, pero es algo que me llama más la atención que cualquier otro deporte. Empecé jugando de tres y ahora juego de dos, algunas veces lo hice de seis también", manifestó.

A la hora de elegir un jugador, no duda: "Me gusta Marcelo del Real Madrid. Después me gustan muchos otros jugadores pero no me comparo con ninguno".

Y resaltó la importancia de entrenar: "Los entrenos para mí son fundamentales porque de ahí se aprende. Aprendes varias técnicas, a jugar. Y es lo primordial en el fútbol. Primero está el entreno y después la cancha", sostuvo convencida esta hincha de Boca y que no descuida sus estudios, ya que este año terminará la secundaria.

Oliva, su entrenador, le ve mucho futuro. "Yo tengo mucha fe en ella porque tiene muchas condiciones, tiene buena técnica, una buena altura, se ubica muy bien en la cancha. Es cuestión de que los convenza a los que la van a ver allá", explicó.