Simeone, el hombre que más tiempo detuvo a Lionel Messi

Desde que debutó en la Primera de Barcelona, Atlético de Madrid se convirtió en uno de los juguetes favoritos de Lionel Messi. El Colchonero es el segundo equipo contra el que más veces jugó el Diez, con 30 enfrentamientos (sólo se enfrentó en más ocasiones frente al otro conjunto de la capital española, Real Madrid, contra el que se midió en 32 encuentros) y el segundo rival al que más goles le marcó, 25, sólo detrás de Sevilla, al que le hizo 26. Sin embargo, hay un hecho que marcó un antes y un después en la historia entre el rosarino y el Atleti: la llegada de Diego Simeone al banco rojiblanco.

A partir del momento en que el Cholo asumió como entrenador del cuadro madrileño a principios de 2012, lo que para la Pulga era cuestión de todos los días se transformó en una dura tarea: en sus primeros 13 enfrentamientos contra el Atleti, Leo convirtió 17 tantos, pero desde que comenzó la era Simeone, en 17 encuentros el zurdo pudo anotar sólo ocho veces. Y, lo más importante, estuvo siete partidos consecutivos con el arco cerrado: uno por la Liga 2012/13 y los seis cruces de la temporada 2013/14 entre Supercopa de Europa, torneo local y Champions League.

Le tomó dos encuentros al entrenador encontrarle la vuelta al Diez. En los primeros dos enfrentamientos entre sí, el rosarino anotó tres goles y el conjunto catalán se quedó con la victoria en ambas ocasiones (2-1 en la temporada 2011/12 y 4-1 en el primer encuentro de la 12/13) pero, desde entonces, el DT tomó nota, ajustó las piezas y logró anular al mejor del mundo durante todo un año: entre el encuentro del 12 de mayo de 2013 por la 35° fecha de la Liga y el del 17 de mayo de 2014 por la 38° jornada, en el que el Atlético se consagró campeón del campeonato español, la Pulga no le marcó en ninguna de las tres competiciones en las que se cruzaron.

Para conseguir su cometido, Simeone logró reducir considerablemente la participación de Messi en el circuito de juego de Barcelona: antes de la racha, en los siete enfrentamientos previos contra el equipo de la capital, el rosarino promedió 57,71 pases, 4,29 remates y 5 gambetas exitosas por encuentro, mientras que en la seguidilla de la garganta seca la media fue de 36,57 pases, 21,71 tiros al arco y 3,42 regates completados. Y todo lo logró sin caer en el juego brusco: el promedio de faltas que recibió Leo fue, de hecho, más bajo en esos partidos sin goles que en los siete anteriores (2,14 frente a 3,14).

Con la llegada de Luis Suárez al cuadro catalán y la conformación del mejor tridente de ataque del fútbol moderno, la cuestión se volvió mucho más difícil de manejar para el Cholo y los suyos. Y de a poco, el Diez volvió a reinar: en los seis primeros cruces entre blaugranas y rojiblancos en las últimas dos temporadas, el zurdo marcó cinco tantos y solamente una vez no convirtió. Además, sus números volvieron a parecerse a los de la era Pre Simeone: el promedio de pases fue de 55,50, el de remates, de 4,83 y el de gambetas, 8,50.

Sin embargo, la última vez que se vieron las caras, en los cuartos de final de la Champions League de la temporada pasada, Simeone volvió a ganar la partida: luego de un partido de ida en el que Barcelona ganó 2-1 y Messi brilló, más allá de no anotar goles, en la vuelta el DT logró que sus jugadores nuevamente lo borraran de la cancha. De los 68 pases, 6 remates y 7 gambetas que tuvo en el Camp Nou, en el Vicente Calderón el Diez apenas realizó 37 toques, 3 disparos y 3 regates, su segundo peor registro del torneo en las tres categorías estadísticas.

Este miércoles, la Pulga y el Cholo se cruzarán por primera vez en esta campaña. La mesa está servida para una nueva batalla entre la excelencia táctica y la genialidad al servicio de la pelota.