Brasil rompió el maleficio y ganó el oro Brasil rompió el maleficio y ganó el oro
De la mano del astro Neymar, Brasil ganó por primera vez la medalla de oro en el fútbol de los Juegos Olímpicos, el único título que le faltaba en su palmarés, al vencer a Alemania 5-4 por penales (1-1 en 120 minutos), ayer en la final de Rio-2016.
Renato Augusto, Marquinhos, Rafinha, Luan y Neymar convirtieron sus ejecuciones, mientras Matthias Ginter, Serge Gnabry, Julian Brandt y Niklas Suele convirtieron por los germanos. El golero Weverton atajó el cobro de Nils Petersen.
En el tiempo regular, Neymar de tiro libre a los 27 minutos, y Maximilian Meyer, a los 59, habían marcado lo goles.
Con un récord de cinco títulos mundiales en su vitrina, Brasil nunca había podido conquistar una medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Quién más sino Neymar para llevar a Brasil al Olimpo e inmortalizarse en el templo del Maracaná.
También en sus pies el astro abrió el camino al título a los 27 minutos con un cobro perfecto de tiro libre, que se hizo más espectacular con el vuelo estéril de Timo Horn, para abrir el marcador de un partido en el que Alemania salió a recordarle el cuento de terror del 7-1.
El 1-0 le cayó a Brasil en un momento de gran necesidad, porque los germanos le habían tomado la medida al juego e incluso estuvieron más cerca de irse en ventaja, de no ser porque el horizontal detuvo el gol a Brandt.
Pero cuando el astro está iluminado no hay quién logre pararlo. Lo sufrió Dinamarca, luego Colombia y ni se diga Honduras. Ney frotó la lámpara y salió un golazo de su botín derecho.
El gol provocó la furia alemana y a punto estuvo del empate a los 37 con un cabezazo de Bender que reventó el horizontal, un susto que se repitió a los 41 con un misil que Weverton paró sobre la línea.
Alemania terminó mejor la primera parte, convencido de que el empate llegaría en cualquier momento, y apareció a los 59 con Mayer en un remate fuerte dentro del área grande después de que Walace.
El partido entró en un ida y vuelta vertiginoso, con ataques de ambos bandos, pero la puerta no se abrió y dio paso a la prórroga, en la que no se hicieron daño.
Llegarían los penales y el destino quiso que Neymar fuera el dueño de la noche. El 10 no quería más desgracias para Brasil. No un 7-1 olímpico, ni mucho menos otro Maracanazo.
Ejecutó con clase al palo contrario del vuelo de Horn y gol. Medalla de oro para Brasil. El cielo para Neymar.