Piden prisión preventiva para la banda de “Tala” Aranda, incluida su esposa embarazada

El fiscal de la ciudad de Monte Quemado (Copo) Gabriel Gómez ha solicitado la prisión preventiva para cuatro integrantes de la desbaratada banda de Cristian “Tala” Aranda, incluida su propia esposa embarazada de 7 meses, a quienes tres hombres acusan de secuestrarlos, armados, y exigirles la devolución de dos mochilas con marihuana.

Así lo plasmó el funcionario en un escrito que ya habría ingresado a la Justicia, y ahora está sujeto a una fecha de audiencia online ante un juez.

Los acusados

Las prisiones preventivas fueron requeridas en contra de Matías Facundo Díaz, alias “Hacha”, de 23 años; Ariel Edgardo Díaz, “Moto”, de 32 años; Héctor Adrián Pérez, “Porongo”, de 26 y Noelia Mansilla, de 31 años, trascendió.

Sobre el grupo pesan cargos por “privación ilegítima de la libertad”; “amenazas calificadas por el uso de armas” y “tenencia ilegítima de armas de guerra”.

La investigación se originó el 11 de abril. Esa noche, al menos 8 individuos habrían irrumpido en las casas de tres hombres, incluido un niño de 11 años. Armados, los forzaron a ascender a dos 4 x 4 y los condujeron a una zona montuosa, donde los obligaron a arrodillarse. También, los habrían golpeado y amenazado con un palo de escoba, y hasta intentado cortarles las orejas con cuchillos.

Ya detenidos

Siete meses después, la banda cayó y el fiscal reactivó el proceso con los imputados presos.

Según la acusación, una de las casas copadas por los sujetos se encontraba a 3 kilómetros de la ciudad. Una de las víctimas dormía, junto a su padre y su hermano de 11 años. Escuchó gritos que decían: ¡“Policía, policía, quietos”!

Al levantarse, la víctima vio que tenían sentado en el piso a su padre y a su hermano. Los habían sacado de las camas como a 10 metros y el menor se encontraba muy asustado.

Al observar a su hermano mayor, le alumbraron en la cara con una linterna y “Moto” Díaz le apuntó con una ametralladora.

Requisa de la casa

Al instante, dos de la banda lo sacaron a los “tirones” al patio.

Después, lo amordazaron y le preguntaron dónde estaban las mochilas.

Mientras tanto, otros sujetos requisaron totalmente la vivienda, aunque sin hallar las mochilas con drogas, trascendió.

Ante ese panorama, la víctima y el niño fueron subidos a una 4 x 4, en busca de otra víctima que podría tener respuestas más satisfactorias al misterio de las mochilas con marihuana perdidas.

“Enfierralo, enfierralo”, gritaba el líder

“Enfierralo, enfierralo”, gritaba el líder

“Enfierralo, enfierralo”, gritaba “Tala” Aranda al mando de una 4 x 4 (con su esposa como acompañante), cuando sus hombres capturaron a la segunda víctima.

En un momento, “Moto” Díaz habría apuntado hacia una de las jóvenes con un arma de fuego tipo ametralladora (subfusil automático), forzándolo a quedar paralizado. Después, Walter Mercado (otro imputado de la banda), “Tala” Aranda y “Moto” Díaz, ataron a una víctima y la subieron al interior de la camioneta.

La misma declaró que llevaban secuestrado a otros dos hombres, quienes también estaban atados en el mismo vehículo.

Después de algunos kilómetros, arribaron hasta el tendido eléctrico que cruza por la ruta provincial N° 4, hacia Boquerón, donde los hicieron descender y los tiraron en el suelo.

Posteriormente, les colocaron una soga en el cuello. “Tala” Aranda comenzó a exigirles que le entregasen las dos mochilas con marihuana que se les perdieron de su campo.

Las víctimas contaron que fueron forzadas a tirarse al piso y que allí uno de los maleantes les colocó un cuchillo en la cintura.

“Querían cortarme una oreja”, acotó uno de los denunciantes ante la policía. Después de casi 40 minutos en el monte, las tres personas fueron conducidas de regreso a sus casas.

Sus familiares se trasladaron a la Seccional 22, formalizaron sendas denuncias, cuyas secuelas generan preocupación en los abogados defensores, imposibilitados hoy de atenuar las consecuencias legales correspondientes de la “privación ilegítima de la libertad”, más aún con una víctimas de apenas 11 años.

Juez concede un hábeas corpus a favor de “Tala”

Vigilado por la policía de la ciudad Capital las 24 horas, “Tala” Aranda sabe que las reglas del juego le fueron drásticamente cambiadas.

Ahora, su defensa ensaya una estrategia nueva, a poco de que el juez ad hoc de Monte Quemado, Facundo Sayago, le concediera un hábeas corpus y garantizara seguridad al presunto jefe narco.

En su resolución, el magistrado dispuso: “Que el detenido continúe alojado en la Escuela de Policía, o en su caso, en un establecimiento de mayor complejidad y seguridad que garantice el resguardo de la integridad física y psíquica del detenido”.

Espera dar a luz

En forma paralela, Noelia Mansilla fue beneficiada con el arresto domiciliario.

La misma ingresaría ya al 7° mes de gestación, a la espera de dar a luz el tercer hijo con “Tala” Aranda.

También ella estuvo prófuga desde el 11 de abril y recién se entregó a la Justcia en octubre último.

Previamente, la policía realizó diversas redadas y aprehendió a los padres de la pareja, quienes ya recuperaron la libertad en cargos por “encubrimiento”.

Un proceso minado

Con la banda inmovilizada, ahora los abogados planean desactivar las “minas”, es decir ensayan morigerar las graves imputaciones, reemplazándolas por cargos que permitan la excarcelación, aún a largo plazo (en el 2021).

En principio, la misión no se perfila sencilla

Es más, sugieren que solo se trata de arribar a una correcta interpretación jurídica y que “Tala” Aranda y los suyos solo andaban trabando con el carbón y que los tres denunciantes les debían motosierras, más no dos mochilas con drogas.