Cinco santiagueños cuentan cómo es vivir en distintas ciudades del mundo bajo el asedio del Covid-19 Cinco santiagueños cuentan cómo es vivir en distintas ciudades del mundo bajo el asedio del Covid-19
María Lorena David, desde Houston, EE.UU.:“Sabemos que en algún momento, todos vamos a tener el virus, pero no sabemos quién lo pasará”
“Todo cambió. De pronto no podemos ir a nuestros lugares de trabajo ni a restaurantes, ni reuniones con amigos y familia. Ayer me animé a ir al supermercado después de tres semanas sin salir (sólo podemos ir al súper o a la farmacia). Ahí me di cuenta de la dimensión de esta situación. Mientras manejaba vi todo cerrado, desolado y vacío”.
La que describe vía Whatsapp el panorama que planteó la llegada del coronavirus a la vida de millones de norteamericanos en las últimas semanas, es la santiagueña María Lorena David. Vive en Houston, Texas, desde hace 15 años.
Cuenta casi como si estuviera dentro de una película que “en el súper todos teníamos máscaras y guantes. Nos dejaban entrar de a 10 personas a la vez y el personal del lugar nos controlaba para que hiciéramos las compras rápido y para que la gente no se cruce mucho o camine cerca uno de otro”. Añadió que “el clima que se vive es de mucha ansiedad, de preocupación. Porque no sabemos qué va a pasar. También de tristeza por la cantidad de gente que está enferma y los que murieron. Sabemos que esto no va a pasar este año. Tal vez el que viene las cosas mejoren, si hay una vacuna”.
En su caso –ella trabaja en la Nasa junto a su esposo- la institución les proveyó todo lo necesario para que realicen su trabajo online. Pero, no es la generalidad. “Nosotros estamos bien, pero mucha gente perdió el trabajo. Esto es muy feo y muy serio”.
Respecto de cómo se siente, indicó que “sabemos que en algún momento todos vamos a tener el virus, porque es inevitable. Pero no sabemos quién de nosotros lo pasará”. En el vecindario donde vive “hay miedo, preocupación y angustia. Cuando salimos a caminar todos nos aseguramos de cruzar la vereda y estar a distancia unos de otros. Ya no nos paramos a conversar”.
En su percepción, “el sentimiento general es que lo que estamos pasando no es lo peor. Porque sabemos que el contagio es inevitable y que vamos a tener que reiniciar nuestras tareas y trabajo diarios. El país no puede estar parado indefinidamente así que lo peor está por venir”.
Agregó que “en las grandes ciudades como Houston, el número de infectados está aumentando exponencialmente. El número crece sin que se estabilice. Hace un mes por ejemplo había 20 casos, al otro día 25. Crecía despacio. Pero ahora vamos 200 casos y 400 casos al otro día. Y de todas las edades”.
En cuanto a los tests que se realizan para determinar si una persona está infectada, señaló que “los lugares para testear están aumentando”. No sólo los realizan a quienes tienen un antecedente de viaje al exterior, “porque hay mucha gente que es asintomática, pero tienen razones para creer que estuvieron expuestas al virus, así que se testean. Los tests van a ser generalizados pronto, para todos”.
Añadió que esto será así porque “también las autoridades quieren saber quiénes son aquellos que pudieron estar con el virus sin saber y quieren conocer de estas personas porque así pueden obtener el plasma de la sangre de las que ya adquirieron defensas contra el virus para dárselo a personas que están enfermas”.
Puntualizó que “aquí se implementaron medidas de guerra. Se está haciendo que el ejército y compañías privadas construyan respiradores, máscaras, nuevos tests, la vacuna”.
“Lamentablemente la distancia social es lo único que nos separa del caos total. No hay otra solución para nadie en ningún lugar del mundo. Aquí muchos negocios ya quebraron y más van a quebrar. Esto va a crear una crisis económica mundial que va a durar un tiempo largo. La gente tiene que entender la seriedad de esta plaga y no ser egoístas, porque la irresponsabilidad de unos la pueden pagar otros con sus vidas”.
Puntualizó que “a mí me preocupa mucho mi país, la Argentina porque sé que si aquí les fue difícil responder, por la cantidad de equipamiento de protección, guantes, máscaras etc…”.
Lorena Gálvez, desde Londres: “Esto que vivimos no es algo momentáneo, creemos que va a quedar para siempre”
Lorena Gálvez es santiagueña, profesora de inglés. Vive con su familia, su esposo e hija desde hace más de una década en Londres. En esa ciudad, hasta el viernes pasado se registraban casi 4.500 infectados por el Covid-19 y casi un millar de ellos en situación crítica. Los fallecimientos habían llegado hasta este domingo a los 10.600 personas desde que el virus llegó a Gran Bretaña.
“Aquí estamos dentro de las casas. Está permitido salir a hacer las compras manteniendo distancia social. Se puede salir una vez al día a hacer alguna forma de deporte”, señaló.
Agregó que desde hace 3 semanas que están en cuarentena, pero con una rigidez menor a la que se instaló en la Argentina. No obstante, ello no impidió que “se haya empezado a sentir hace bastante ya el cambio de vida, que creo va a ser algo que va a quedar ya para siempre. Esto que vivimos no es algo momentáneo. Mucha gente piensa que ya nada volverá a ser como antes. Pero eso no lo sabremos hasta que no haya pasado todo esto”.
Entre las cosas que cambiaron por el Covid-19 está el comportamiento social. “Cuando la gente camina en la calle, si alguien viene de frente, el otro se baja y camina por la calle. Esto es posible porque no hay coches circulando. Además hacemos voluntariado para ayudar a vecinos de nuestra calle que son gente mayor o bien están dentro del grupo de riesgo por alguna enfermedad”.
Entre los rubros que siguen funcionando están los supermercados, los restaurantes delivery, ferreterías, el transporte público reducido, la actividad de la construcción.
Oscar Contreras, desde Shenzhen, China: “Andamos con máscaras; adonde vamos nos toman la temperatura”
Oscar Norberto Contreras es un añatuyense que desde hace varios años se encuentra radicado en la ciudad de Shenzhen, en China. Ayer, tras 76 días de encierro en cuarentena por el brote de coronavirus, regresó a trabajar.
“Por fin ayer pude regresar a trabajar. Fueron 76 días difíciles, pero sin dudas la cuarentena es el mejor remedio para esta enfermedad. Ojalá la gente lo entienda y lo respete”, explicó muy emocionado.
A la vez, pidió a todos los argentinos “aguantar” el tiempo que se quedan en la casa, porque no hay otra opción mejor. “Es un virus que no se puede ver, entonces la gente no toma conciencia. Aquí en China, la policía no tiene trabajo porque lo que ordena el Gobierno se hace sin dudar. No hay vueltas. No hay controles que hacer porque se respeta todo a rajatabla”, dijo el añatuyense.
El bailarín, junto a su compañera Ivana Garnica, hija de santiagueños, retomó los ensayos para poder volver a encarar su agenda de espectáculos. Contreras dijo que aunque la cuarentena se levantó, los controles siguen siendo rigurosos: “Andamos con máscaras, adonde vamos nos toman la temperatura, nos desinfectan las manos. Los carros en los supermercados se limpian constantemente. Esto ya se hizo prácticamente una costumbre”.
Por último dijo que “hay que tener cuidado. Quedarse en la casa, no juntarse con otra gente porque el virus es letal. Ojalá que la cuarentena se extienda hasta junio porque es el mejor remedio. Lo más efectivo. Cuidensé mucho”.
Marcelo Fontana, desde Moscú, Rusia: “Puedo salir unos 200 metros, comprar algo y volver a casa”
El santiagueño Marcelo Fontana hace 4 años que vive en Moscú, Rusia. Allí, al igual que en muchos países de todo el mundo, la gente se encuentra en cuarentena. Rusia tiene una amplia frontera con China, que se cerró hace ya un tiempo cuando se conocieron los primeros casos originados en el país oriental. Desde allí comentó a EL LIBERAL cómo se vive en esta situación.
“En general aquí está bastante tranquilo. El Gobierno tomó medidas de entrada. A la semana o a los pocos días que China arrancó con esta situación del coronavirus, como está en una frontera y hay muchísimos chinos que llegan a Rusia, cerraron todo”, señaló.
Agregó que “a la gente se le recomienda estar en la casa, pero sucedió lo mismo que en la Argentina. Lo que se puede hacer de trabajo a distancia se lo hace, sino está abierto lo justo y necesario para que la gente no salga y se mantenga tranquila en la casa”.
Puntualizó que “a las personas que entraron a Rusia con coronavirus, a ellos se los manda a mantenerse en cuarentena durante 15 ó 20 días y si salen de esa cuarentena, entonces se los multa por una cuestión de seguridad y salud pública”. Añadió que “en general no ha cambiado mucho. Yo como estudiante recibo clases virtuales. La gente ha pasado a trabajar desde la casa. En general no hay mucho cambio. En mi caso puedo salir unos 100 ó 200 metros, comprar algo y volver a casa”.
Ejemplificó que “el metro sigue abierto, los taxis y ómnibus siguen funcionando”.
Eliseo Monti, desde Trier, en Alemania: “No hay cuarentena obligatoria, pero están listos los hospitales”
“La pandemia, la verdad que la estamos viviendo más tranquilos, al no estar en una ciudad tan grande es un poco más tranquilo. La cuarentena no está tan controlada como en la Argentina, pero como en todos lados hay mucha gente que la respeta y se ha quedado en su casa. Aunque también hay gente que no la respeta, al haber pocos casos para lo que es Alemania está un poco más tranquilo”.
El que describe la situación es el santiagueño Eliseo Monti. Este friense, vive en Trier, la ciudad más antigua de Alemania desde hace 20 años. Está situada en la triple frontera con Luxemburgo y Francia.
Eliseo Monti.
“Nosotros no tenemos que salir sí o sí a la ciudad. Tenemos una panadería, una verdulería y una carnicería que son pequeñas, entonces podemos tener todo lo que necesitamos sin tener que salir mucho a lugares donde haya más contacto. Eso nos facilita la cuarentena”, indicó.
“Vemos lo que se vive en Italia, pero hay que tener en cuenta que la Unión Europea son muchos países que tienen jurisdicciones propias que han tomado decisiones distintas”. Agregó que en su caso “yo hago trabajo de oficina desde mi casa hace tres semanas, tratando de verlo desde el lado positivo porque estamos pasando más tiempo con nuestra familia”.
Puntualizó además que “todo aquí en la zona está listo en los hospitales para empezar a ver los casos. No se ha dictado la cuarentena obligatoria, hay un poco de libertad y se la lleva bastante bien”.