FMI: la inflación de la Argentina será de 57,3% y el PBI caerá 3,1% FMI: la inflación de la Argentina será de 57,3% y el PBI caerá 3,1%
El Fondo Monetario Internacional prevé una marcada caída en la actividad económica en la Argentina durante el año en curso y una recesión algo menor el próximo, en un contexto de elevada inflación.
El organismo estima que el producto bruto interno argentino retrocederá 3,1% en 2019 y verificará una nueva contracción, de 1,3% en 2020.
La inflación terminaría el año en 57,3%, en tanto que para fines del 2020 se situaría en 39,2%.
Con una desocupación que se mantendría en dos dígitos (10,6% de la población en 2019 y 10,1% en 2020), el único frente en el que se proyectan mejoras es en el externo, ya que el déficit de la cuenta corriente del balance de pagos pasaría de un desequilibrio de 5,3% del PBI en 2018 a un rojo de 1,2% en el presente año y a un ligero saldo positivo -0,3%- en 2020.
Estos datos están contenidos en las Perspectivas Económicas Mundiales (World Economic Outlook, o WEO), dado a conocer hoy en Washington en el marco de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional.
Al respecto el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza al igual que el titular del Banco Central, Guido Sandleris, mantendrán encuentros con la línea técnica del organismo multilateral en el marco del acuerdo celebrado con el FMI por el cual se le otorgó a la Argentina un préstamo por unos 57.000 millones de dólares.
Cabe señalar que estos malos números de la economía que nos ubica en uno de los pocos países con alta inflación y que enfrenta una recesión prolongada. También reflejan que las recomendaciones o el apoyo del Fondo Monetario no estarían siendo tan efectivas como se supone. Es cierto, que Argentina ya no tenía otra opción que recurrir a un préstamo del organismo, pero también no es menos cierto que las recomendaciones del staff no están dando los resultados esperados.
Por esta razón es que los candidatos opositores tanto Alberto Fernández como Roberto Lavagna remarcan la corresponsabilidad del FMI en el fracaso económico del gobierno de Mauricio Macri.
Hasta hace un par de años, eran escasas las menciones que recibía la Argentina en los WEO. Las más llamativas daban cuenta de manipulaciones en las estadísticas nacionales por parte del gobierno de los Kirchner. En cambio, en este informe, son reiteradas las referencias a la Argentina, pero no por buenas razones ya que se la ubica como una de las naciones responsables de la desaceleración del crecimiento global.
“El empeoramiento dramático de las condiciones macroeconómicas entre 2017 y 2019 en un pequeño número de economías en grave peligro (en particular, Argentina, Irán, Turquía y Venezuela) representa aproximadamente la mitad de la disminución del crecimiento mundial del 3,8 %en 2017 al 3,0 % en 2019” precisa el informe.
Estas mismas economías, junto con Brasil, México y Rusia, de las cuales se espera que las tres crezcan aproximadamente un 1% o menos en 2019, representan más del 70 % de la recuperación del crecimiento para 2020.
Se proyecta que la economía argentina volver a caer en 2020, pero a una tasa menor que la de este año; y en Venezuela, se estima que continúe derrumbe de su producción.
Argentina estresada
En el informe se ubica a la Argentina dentro de una categoría de países “estresados”, grupo que comparte con otros países en difíciles situaciones: Irán, Libia, Sudán, Turquía y Venezuela.
El contexto regional tampoco ayuda a la Argentina. En América Latina, señala el FMI, la actividad se desaceleró notablemente a principios de año en las economías más grandes, reflejando principalmente factores idiosincrásicos. Ahora se espera un crecimiento en la región de 0,2 por ciento este año (1,2 puntos porcentuales menos que en las proyecciones del Fondo de abril de 2019).
Esta “considerable” revisión a la baja para 2019 refleja proyecciones inferiores en el crecimiento de Brasil (donde las interrupciones en el suministro minero han afectado la actividad) y México (donde la inversión sigue siendo débil y el consumo privado se ha desacelerado, lo que refleja la incertidumbre política, el debilitamiento de la confianza y los mayores costos de endeudamiento). Cabe señalar que el Fondo espera un crecimiento de sólo 0,9% para la economía brasileña para el año en curso y un crecimiento de 2% para el próximo.