Llevar oxígeno a la niña, fue la prioridad de los rescatistas Llevar oxígeno a la niña, fue la prioridad de los rescatistas
La pequeña se encontraba dentro de un pozo -perforado para tareas de provisión de agua- de 35 centímetros de diámetro aproximadamente y de más de 4 metros de profundidad, a unos 10 metros de su casa.
Un centenar de policías -respaldados por el secretario de Seguridad, junto con los jefes de Policía-se agolparon en la localidad de Señora Pujio en el departamento Banda, minutos después de las nueve de la mañana.
El panorama era desesperante. Su padre Claudio Morales (35), tirado al piso intentaba iluminar con la linterna de su teléfono celular, el interminable pozo. El llanto de Ana Belén alentó en todo momento las esperanzas de los rescatistas de la policía, que iniciaron un protocolo de trabajo de inmediato.
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El Cuerpo de Bomberos de la Policía, junto a la División Canes con su grupo especial para rescate y personal del GER arribaron al lugar junto con las máximas autoridades policiales encabezadas por el secretario de Seguridad David Pato, jefe de Policía Raúl Montiel, el subjefe Roger Coronel e integrantes de la Plana Mayor Policial, para supervisar el trabajo de sus policías.
El arribo de especialistas permitió en primera instancia proveer de oxígeno a la menor en el interior del pozo, para evitar su asfixia durante el dramático rescate. Mientras los efectivos de la División Canes diagramaban un estratégico plan para excavar un pozo paralelo, que permitiera llegar hasta Ana Belén.
La extracción de la menor, por el mismo lugar donde había ingresado era imposible, sus piernas estaban atrapadas e impedían salir nuevamente hacia arriba, por los cuatro metros de altura recorridos.
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La policía decidió excavar un hoyo paralelo y contiguo a donde estaba Ana Belén, a una distancia de un metro y medio aproximadamente. Armados de palas junto a los vecinos de la zona comenzó la excavación. La dureza de la tierra ralentizaba el trabajo de la policía.
La noticia corrió rápido, y a metros sobre la ruta 11, peones que se encontraban trabajando con maquinarias acudieron a brindar su valiosa colaboración. Con una retroexcavadora, los guías de la máquina agilizaron el camino a la policía.
Método “Ratón”
Los rescatistas de la División Canes establecieron que el pozo creado a la par de Ana Belén, no desembocaba a su misma altura, por lo tanto debieron recurrir a un antiguo método de rescate. Un funcionario policial con “cucharas de albañil” comenzó a socavar un pequeño túnel para ingresar y rescatar a la niña. Tras él, dos policías más levantaban en baldes los restos de tierra extraídos en el denominado método “Ratón”.
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Luego de agotadoras horas y desesperante llanto de la menor, el primer rescatista ingresaba por el pequeño túnel. El primer contacto permitió sacar a Ana Belén sana y salva. El interminable abrazo de los efectivos de la División Bomberos de la Policía junto a los rescatistas de la División Canes, se hizo interminable tras salvar a la menor, acompañados de sentidos aplausos de los presentes por el gran trabajo realizado.
