Jesús, en el lecho del que está enfermo Jesús, en el lecho del que está enfermo
Por Padre Mateo Bautista. Impulsor de la Pastoral de la Salud en la República Argentina.
¿Qué es la Pastoral de la Salud? Pastoral de la salud es presencia y acción de un ministerio eclesial de relación de ayuda, específico, entusiasta, encarnado, capacitado, iluminativo, celebrativo, creativo y organizado, inspirado por el Espíritu Santo, realizado en nombre del Señor Jesús, buen samaritano y Salvador, que expresa el amor misericordioso del Padre.
Ministerio llevado a cabo desde la fe por el anuncio y testimonio de toda la comunidad cristiana (específicamente, por el obispo, sacerdote, diácono, religioso/a, ministro de la comunión, agente de pastoral, profesional cristiano de la salud y por el mismo enfermo), apoyándose en los auxilios de la gracia divina que son dados en la praxis sacramental, en la escucha de la Palabra revelada, en la vida de oración, en el diálogo pastoral.
Tiene como objeto ofertar salud-salvación: asistencia, curación, sanación, humanización, reconciliación, iluminación, sentido vital, crecimiento humano y salvación.
Realiza su misión en el encuentro con el enfermo y su familia (dimensión solidaria), con los profesionales y estructuras de salud (dimensión política-institucional), y con los sanos para potenciar una cultura más sensible frente al dolor, sufrimiento, discapacidad, agonía, muerte y duelo, propiciando la prevención y promoción de la salud y la defensa de la vida (dimensión comunitaria).
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Es un mandato explícito del Señor Jesús. La acción sanadora de Jesús es consustancial con el anuncio del Reino de Dios (Cfr. Mt 11, 2-6). Cuando Jesús confía a los apóstoles la misión de llevar el Evangelio de la salud-salvación hasta los confines del mundo, les manda curar a los enfermos como un signo inequívoco de la presencia del Reino de Dios.
La pastoral nace del corazón mismo de Jesús, de su actuación, de un mandato misionero personalísimo suyo de anunciar y sanar. Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar a todos los malos espíritus y poder para curar enfermedades. Después los envió a anunciar el Reino de Dios y a curar (Lc 9, 1-2).
Como Jesús, modelo de salud
¿Qué es salud para un cristiano? Salud es la vivencia armoniosa de todas y cada una de las dimensiones de la persona: física, emocional, intelectual, social, valórica y espiritual; en todas las etapas del arco de la vida; en todas las relaciones personales y comunitarias; en equilibrio con la ecología; posibilitando al hombre alcanzar su autorrealización y plenitud humana en sintonía con la voluntad de Dios.
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¿Quién es nuestro modelo de salud? Jesús sano, saludable, sanador, saneador y salvador es nuestro modelo de salud. En efecto, Jesús es sano porque vive en clave de salud en todas y cada una de las dimensiones de su persona. Es saludable porque irradia salud. Es sanador porque regenera procesos personales de liberación. Es saneador porque lleva la “saludabilidad” a las estructuras, mentalidades e ideologías. Es salvador porque es el Hijo del Dios vivo, el redentor.
Salud integral
La salud que Jesús encarna y promueve no consiste sólo en una mejoría física. Su acción sanadora va más allá de hacer retroceder una enfermedad o eliminar un problema orgánico. Jesús busca la sanación integral de la persona. Fomenta acciones carismáticas de salud.
Salud radical
La salud de Jesús renueva a la persona desde sus mismas raíces, poniendo al enfermo en contacto con su poder terapéutico para estimular una salud completa.
Salud responsable
Jesús que crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres (Lc 2,52), cuidó, protegió y estimuló su salud, haciéndola corresponsable de la salud de los hombres.
Salud gozosa
Jesús es un hombre que vive la vida intensamente, con profunda alegría interior enraizada en la experiencia gozosa del Padre. Esta experiencia no lo aleja del sufrimiento de la gente. Al revés, Jesús se conmueve profundamente y actúa con empatía ante el dolor y sufrimiento de los hombres.
Salud liberadora
Desbloquea lo que impide el despliegue sano de la persona. Libera de la culpa, de los prejuicios, del miedo, de la ansiedad, llevando a un señorío más profundo la existencia humana.
Salud reconciliadora
Integra a toda persona en perfecta armonía consigo, con el hermano, con Dios, con la naturaleza. Reconcilia con el tiempo, con la historia, con los límites…
Salud transformadora
Lleva a un modo nuevo de pensar y de vivir; a una calidad nueva en el comportamiento, en el sentir, en el amor; a una verdadera conversión.
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Salud solidaria.
La salud solidaria de Jesús invita al hombre saneado a ser un hombre nuevo; a vivir una salud responsable hacia sí y hacia los demás; a encarnar un nuevo espíritu de servicio hacia los más débiles.
Salud personal-comunitaria
Jesús no ama el sufrimiento ni lo busca, pero sabe aceptarlo, integrarlo, elaborarlo, hacerlo motivo de crecimiento. Es para él ocasión propicia para mostrar su amor y confianza total en el Padre, y para mostrar su amor y solidaridad incondicional a los hombres.
Salud-salvación
Jesús vive y promueve una salud no idolatrizada en sí misma. Está al servicio de la causa del Reino de los cielos. Jesús es salud que se ofrece a sanos y enfermos. él es el evangelio de la salud para la salud. Es el evangelio de la salud para el sufrimiento.