Los amigos en Santiago

En 1997, Soriano vino a Santiago para presentar, en el teatro 25 de Mayo, “El Loro Calabrés”. Y, en la entrevista exclusiva con EL LIBERAL, recordó los momentos vividos en ese entonces y destacó la figura de las personas que lo acogieron en aquella oportunidad“. Recuerdo que la primera vez que llegué a Santiago, en el escenario del teatro había ovejas.

Después, tuve unos encuentros a partir de gestiones realizadas por la señora Cartier y el señor Monasterio, personas de la cultura de Santiago”, destacó. Recordó que con Cartier, Monasterio y otras familias “he compartido en Santiago noches de hermosas guitarreadas y he comido las empanadas más ricas que uno puede imaginar.

Y me va a dar mucho gusto, paralelamente al trabajo de actor, poder reunirme nuevamente con esas ideas mías de la empanada y de la buena gente que he encontrado”, dijo.

Todo eso hace a esa cuestión de amor y paz que usted prevalece en sus relaciones. Así es. Para mí, Buenos Aires es el lugar en donde Dios atiende, pero hay un resto de país que es el país y a ese país vamos. Para mí es una alegría grande, más allá del trabajo de actor y de ganarse la vida con este trabajo, es la alegría de ver los paisajes que propone esta maravilla sagrada que se llama Argentina.