¿Qué podemos hacer para proteger nuestros ojos del viento? ¿Qué podemos hacer para proteger nuestros ojos del viento?
Por el Dr. Ricardo Passone | Oftalmólogo
Nuestra herramienta más poderosa para hacer frente a los posibles problemas oculares provocados por el viento pasa por ponernos unas gafas de sol grandes y envolventes que protejan los ojos en su totalidad. De esta forma podremos combinar moda y salud visual.
El viento es uno de los agentes que generan sequedad ocular, molestias, escozor y picazón de ojos de forma más frecuente. Durante los días de mucho viento se desplazan por el entorno una gran cantidad de partículas en suspensión que pueden entrar en el ojo de forma accidental: polvo, arena…
Estos cuerpos extraños pueden adherirse a la córnea o a la conjuntiva, con el consiguiente lagrimeo, enrojecimiento y sensación de arenilla en el ojo. En estos casos, resulta fundamental no frotar el ojo y lavarlo con suero fisiológico o colirios de lágrima artificial y si se siguen notando molestias, debemos acudir al oftalmólogo.
Este mes de agosto suele ser el más ventoso del año con varios días de viento que supera los 20 kilómetros por hora y por eso, existen soluciones sencillas y útiles con las que no solo protegerás tus ojos del viento, sino que también lo harás de los rayos ultravioletas. Porque siempre más vale prevenir…
¿Por qué nos lloran los ojos cuando hace mucho viento?
Aunque pueda resultar contradictorio, el lagrimeo excesivo en estas circunstancias se debe a que nuestro organismo detecta que las lágrimas que sirven para lubricar el ojo se evaporan más rápidamente por la acción del aire y por eso, nuestras glándulas lagrimales producen más cantidad de lágrimas, aunque éstas suelen ser lágrimas de baja calidad que no aportan nutrientes y protectores necesarios. Esta sensación de lagrimeo suele acentuarse en aquellas personas que padecen Síndrome del Ojo Seco.
Las personas que padecen Síndrome del Ojo Seco suelen notar sensación de cuerpo extraño (arenilla), ardor y escozor, visión borrosa que mejora al parpadear y, en ocasiones, intolerancia a las lentes de contacto o a los ambientes donde hay mucho humo.
Las causas que provocan el Síndrome del Ojo Seco son múltiples y variadas, entre otras, la edad (la mayoría de las personas mayores de 65 años experimentan síntomas), el sexo (las mujeres son más propensas a padecerlo por los cambios hormonales) o el uso de ciertos medicamentos (antihistamínicos, descongestionantes, medicamentos para la presión arterial y antidepresivos)..
¿Qué hacer si entra basura en los ojos?
Es probable que, durante alguna actividad cotidiana, el ojo se encuentre expuesto a la suciedad y pueda entrar partículas de polvo o arena en los ojos.
De inmediato se presenta molestia, ardor y dolor constante, que sólo puede aliviarse al extraer de forma correcta el objeto extraño.
El ojo por sí solo, puede expulsar cualquier partícula diminuta, aunque en ocasiones no suele ser así. Por ello, es necesario conservar la calma en todo momento evitando frotarse los ojos. Hacerlo incrementará el ardor y sensación de arena en los ojos.
Lo importante es no tocar, frotar o introducir los dedos dentro del ojo pensando que así puede eliminar la molestia.
La arena en los ojos puede causar lesiones importantes a nivel ocular. Algunas son superficiales, aunque existen casos de heridas significativas que requieren de un tratamiento prolongado.
Cuando se trata de lesiones leves, solo es necesario mantener un control supervisado por un oftalmólogo para disminuir cualquier posible infección.
La arena en los ojos ocasiona abrasión de córnea en algunos casos. Una consecuencia habitual por frotarse los ojos de forma irracional.
La abrasión corneal por frotación es evidente. Existe un aumento en la tolerancia hacia la luz acompañado de inflamación y el enrojecimiento del glóbulo ocular.
Estas señales deben ser tomadas en cuenta, puesto que son las principales causas de infecciones bacterianas y hongos.
Para determinar en qué lugar se encuentra la mota o partícula de polvo, es necesario contar con la ayuda de otra persona.
Debe tener las manos limpias para evitar infecciones dentro del glóbulo ocular. Al encontrar el diminuto objeto se toma un algodón húmedo y se pasa por la parte externa del ojo, es decir, sobre los párpados cerrados.
Si con ello no se logra extraer, podemos recurrir al agua. Inclinando la cabeza, introduciremos el ojo por unos minutos y así el polvo o la arena podrá salir con facilidad.
Es posible que la molestia sea recurrente durante algunas horas, pero si persiste la sensación de arenas en los ojos al despertar, es necesario recurrir a un especialista.
El tratamiento común para esta afección es el uso de gotas para hidratar los ojos, tomando en cuenta que dependerá de la gravedad de cada caso. Las gotas lubricantes estimulan la cicatrización natural y conservan la humedad que necesita el ojo para su recuperación.
Mientras más profundas son las abrasiones, será necesario emplear gotas con antibióticos o algún ungüento.
Por lo general, el ojo se recupera en 3 días, pero la inflamación persistirá por mayor tiempo y por ende la sensación de arena en los ojos.
¿Cómo quitar la sensación de arena en los ojos?
La sensación de arena en los ojos es un síntoma que se presenta ante la presencia de un cuerpo extraño o sin él.
Como ya se ha mencionado, es atribuido a enfermedades del glóbulo ocular como el síndrome del ojo seco. Este síntoma no siempre tiene que ver con la aparición de alguna enfermedad ocular sino con el estilo de vida que se lleve dentro de una rutina diaria.
Esto convierte a la sensación de la arena en los ojos es la principal causa por la que se recurre a un especialista. Esta afección es una alerta para determinar qué tanto riesgo existe de padecer una enfermedad ocular.
Una de las causas atribuidas a la arena en los ojos, es la sequedad ocular. Donde existe una disminución importante de lágrimas que mantienen la humedad necesaria sobre la superficie del ojo.
Las principales causas son el contacto directo con climas secos, las rutinas laborales frente a ordenadores, lugares con poca ventilación natural y la etapa postmenopáusica en mujeres.
Existen gran variedad de tratamientos para aliviar la sensación de arena en los ojos, pero no siempre se obtienen los resultados esperados de forma inmediata.
Es por ello que, el oftalmólogo emplea varias estrategias para tratar los casos de sus pacientes.
Un tratamiento habitual es el uso de lágrimas artificiales. En caso de que no surtan el efecto esperado, se cambian por pomadas y algún gel hidratante.
Si la molestia persiste, el especialista iniciará un seguimiento más profundo con el uso de medicamento que estimule la secreción lagrimal.
Por lo general, estos síntomas se tratan con gotas humectantes y suplementos vitamínicos que contribuyen a la recuperación ocular.
Las gotas para hidratar los ojos alivian las molestias causadas por el ojo seco, sirviendo como complemento para fortalecer la ausencia de lágrimas naturales.
Vitaminas para ojos secos
Por otra parte, las vitaminas para ojos secos no solo se aplican en pacientes con un diagnóstico exacto.
También pueden ser utilizadas como método de prevención para personas con una rutina laboral extensa.
Los mejores productos son ricos en vitaminas A, C y E complementándose con Zinc para evitar pérdidas de visión.
Su foco de acción en la zona macular que controla la visión central que en su mayoría son síntomas presentados en personas de avanzada edad.
Las vitaminas para ojos secos deben contener luteína. Ella actúa como regenerador natural en el tejido retinal aclarando la visión.
Como ejemplo de esta vitamina, encontramos el Omega-3. Es una vitamina que contiene luteína, D3, Omega-3 y 7.
Este tratamiento consta de 30 días, mitiga el dolor y el ardor de los ojos al mismo tiempo que alivia el síndrome del ojo seco. l