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Amelia y Daniel unieron sus vidas a orillas del Dulce y ofrendaron su amor a la Pachamama

31/07/2019 00:03 Santiago
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Amelia y Daniel unieron sus vidas a orillas del Dulce y ofrendaron su amor a la Pachamama Amelia y Daniel unieron sus vidas a orillas del Dulce y ofrendaron su amor a la Pachamama

Amelia Schiavoni y Daniel Triverio unieron su vida en matrimonio el pasado fin de semana y lo hicieron de una manera muy original y adecuada a sus creencias originarias, vinculadas a la naturaleza y a la madre tierra.

“En estos tiempos en los que se busca tanto romper estereotipos y aceptar las diferencias, nos pareció más que importante mantener nuestras creencias originarias y celebrarlas en nuestro matrimonio”, dijo Amelia al hacer referencia a la ceremonia de casamiento que junto a su ahora esposo, Daniel Triverio, hicieron el fin de semana.

La cita fue a las 12.30 en el camping “Mayu Turay”, de Villa Robles. Los novios, pedían en la tarjeta a los invitados, que concurran con vestimenta “semi informal”, y les anticipaba que en la zona no había señal de teléfonos celulares.

El inicio de la ceremonia estuvo a cargo de la camache (guía espiritual y autoridad similar a un gobernador), Doña Rosaura, quien celebró la unión de los novios ahumando palo santo, para retirar malas energías, ofreció unas palabras pidiendo a los puntos cardinales, al cielo y a la tierra la bendición para la pareja, y luego colocó una cruz con cuatro elementos en la arena: un búho, para el crecimiento; una olla, para la abundancia; una piedra blanca de Jujuy, para la energía, y la figura de la Pachamama.

Como el novio es católico creyente, se hizo también un ritual de bendición, a cargo de un ex sacerdote.

Luego, se realizó una ofrenda del ramo a “Mayu Mamam” (la madre del río), a cargo de la novia, para que los solteros que estaban presentes en la ceremonia puedan encontrar el amor y para dar gracias por el matrimonio.

La ceremonia tuvo también la ausencia del baile del vals, tradicional momento de los casamientos convencionales, y en su lugar bailaron un tema interpretado por un grupo cordobés, llamado “El cuarteto del amor”.


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Invitados unidos

Para el momento del ágape, los novios también tuvieron una idea muy original, ya que en la carpa que se montó en el lugar, se colocó una sola mesa larga, en la que se ubicaron los 85 invitados, todos juntos.

Se sirvió asado, empanadas, locro, sanguchitos de miga y para los veganos, productos regionales como calabazas. Se estimaba que los invitados se retirarían alrededor de las 16, pero la fiesta se extendió hasta las 23.

Ambientación

La encargada de la ornamentación y organización de la fiesta, Johanna Gerez, utilizó elementos y motivos acordes a la línea de la ceremonia.

“La decoración la hicimos empleando telas blancas y luces en ciertas partes de los árboles del lugar. También utilizamos tiras de papeles de colores que simulaban ser banderines; flores secas en su mayoría y tinajitas para los súvenires y centros de mesa. La carpa en la que se sirvió el almuerzo tenia atrapa sueños de punta a punta”, comentó Johanna.

La ambientación tuvo como fondo al río Dulce, y por la noche se encendió una fogata.

También se sirvió estofado colombiano, locro y carne a la estaca; tocó en vivo la banda La Repercuta, y los invitados fueron trasladados en una combi contratada especialmente para la ocasión. 


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