Le pidió a sus hijos que "no entren a la pieza aunque escuchen ruidos" e intentó matar a su ex Le pidió a sus hijos que "no entren a la pieza aunque escuchen ruidos" e intentó matar a su ex
Un gravísimo caso de violencia de género tuvo lugar el fin de semana en Añatuya, en donde una joven fue encerrada en una habitación por su ex, obligada a mantener relaciones sexuales y amenazada de muerte primero con un cuchillo y luego con un arma de fuego.
El hecho ocurrió el sábado por la noche, cuando la víctima, quien se encuentra separada del padre de sus dos hijos, pero con quien todavía convive, le anunció que iba a salir con sus amigas y se entró a bañar. En un primer momento, el agresor de apellido González (27) le dijo que "salga tranquila" y que él cuidaría de los niños, pero luego cambió de parecer, ingresó al baño y le dijo "no hay más celular ni amigas y de aquí no sales".
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Luego, cuando la joven se cambiaba en su habitación, su ex concubino ingresó, cerró la puerta con llave y comenzaron a discutir. Angustiada, la joven comenzó a guardar su ropa en una valija que él le quitó y luego extrajo un cuchillo e intentó apuñalarla.
Ante los gritos desesperados de los hijos que estaban en el comedor de la vivienda, el joven abrió la puerta, le entregó un celular a su hijo mayor (de seis años) y le pidió que le muestre videos a su hermana menor y que "aunque escuche ruidos no ingrese a la pieza".
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Luego, volvió a ingresar a la habitación y extrajo un revólver con el cual apuntó a su ex. La joven, que suplicaba piedad, fue obligada por el violento, mientras le apuntaba con el arma, a llamar a su madre y decirle que "todo está bien". Finalmente, mantuvieron relaciones y durmió toda la noche bajo amenaza.
Durante la mañana de ayer, el joven le dijo que podía irse de la casa pero sin los niños y que si llegaba la policía, les dispararía a los menores y luego se quitaría la vida.
Finalmente, ayer pudo escaparse y radicar la correspondiente denuncia en la Comisaría 4ª del Menor y la Mujer.
Enterada del hecho, la fiscal de turno, Alejandra Sobrero ordenó que el agresor sea detenido y que a la víctima se le brinde el botón antipánico.