Condenaron a padre e hijo por encerrar a un niño en una heladera Condenaron a padre e hijo por encerrar a un niño en una heladera
La Justicia condenó ayer
a padre e hijo del B° Campo
Contreras, al hallarlos responsables
de encerrar dentro
de una heladera a un niño
de 6 años, en procura de
despistar a la policía que
acudió al hogar ante denuncias
viralizadas por maltratos
al pequeño.
En juicio abreviado, la
jueza de Género, Norma
Morán, les impuso un año
y seis meses de prisión en
suspenso.
Con ello, selló el futuro
inmediato de Raúl Bulacio
y de su hijo Héctor Daniel
Bulacio, gastronómico y albañil,
respectivamente, por
“lesiones leves calificadas”.
Según la investigación
de la fiscal Cecilia Gómez
Castañeda y de Gustavo
Benjamín Zavalía, el 12 de
octubre un vecino denunció
que en casa de los Bulacio
era golpeado un chiquito,
hijo de Héctor y, por ende,
nieto de Raúl.
Fotos dolorosas
La mujer subió fotos del
nene, advirtiéndose un surco
rojo en su espalda.
El cuadro se tornó más
dramático, ya que la madre
de la víctima, Jisela Rodríguez,
había dejado la casa,
rumbo a Las Termas, abandonando
al chiquito con sus
otros dos hermanitos.
Cuando las policías golpearon
a la puerta, el abuelo
dijo que ignoraba de quién
eran las fotos y aclaró que su
nieto no estaba en la casa.
Las policías dejaron el
inmueble y regresaron más
incisivas, a tal punto que el
abuelo delató nerviosismo.
Una funcionaria requisó
la vivienda y escuchó que algo
fuerte se cerraba.
Mentiras fugaces
Más inquisitiva, avanzó
hacia un ropero y luego hacia
una heladera.
Al abrir, encontró al niño
paradito en los estantes.
Ello tornó sombrías las miradas
de padre e hijo.
Ayer, casi 40 días después,
los dos hombres enfrentaron
las consecuencias
de tamaña e insólita osadía.
Los “pecados” legales
fueron mutuos, ya que el
menor acusó a los dos de
golpearlo.
Al padre, con el cinto y
al abuelo, con una varilla de
paraíso, se informó.
Reglas de conducta
La jueza les ordenó ayer
iniciar -urgente- un tratamiento
contra sus adicciones
al alcoholismo.
También, total distancia
del pequeño, quien se fue a
vivir con su madre en casa
de su abuela, en Las Termas
de Río Hondo.