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EL LIBERAL . Santiago

Feromonas: Qué son y cómo influyen en nuestra vida sexual (2ª parte)

18/02/2019 22:03 Santiago
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Feromonas: Qué son y cómo influyen en nuestra vida sexual (2ª parte) Feromonas: Qué son y cómo influyen en nuestra vida sexual (2ª parte)

CONDUCTAS BáSICAS PARA DISFRUTAR DE UNA

SEXUALIDAD PLENA Y SATISFACTORIA

A pesar de todo lo que se ha publicado sobre

psicología y sexualidad, la influencia

cultural perpetuada por la televisión, los

anuncios y los multimedios en general aún

siguen influyendo sobre nuestras creencias de cómo

deberíamos vivir nuestra sexualidad. Hoy vivimos

rodeados de una hipersexualidad distorsionada

a través de la cual, sobre todo en los jóvenes, se

potencia la aparición de un deseo que prevalece

sobre el del otro, razón por la cual los profesionales

hemos de abordar el tema de la sexualidad con

mirada de género. Lo cierto es que nuestras creencias

y fantasías en torno a cómo debería ser la vida

en pareja y cómo hemos de vivir nuestra sexualidad,

están estrechamente relacionadas con las dificultades

que nos encontramos los neuropsicólogos

en la consulta.

Vivir una sexualidad mejor

Grandes especialistas e investigadores de las

neurociencias y neuropsicólogos aportaban sus

mociones comentando que el órgano sexual más

potente es nuestro cerebro. Por tanto, si vivimos

nuestra sexualidad concentrándonos en pensamientos

que alimentan la culpa, los prejuicios y los

estereotipos, estamos condenados a la insatisfacción

sexual. Los especialistas e inclusive especialistas

sexólogos también nos recordaba que vivimos

en una era en la que todos disponemos de televisor

en casa pero, aún hoy, hay muchas mujeres

que no saben qué quiere decir tener un orgasmo.

Relatos eróticos, una nueva forma

de disfrutar del sexo

Con el uso de las palabras podemos imaginar

mucho más de lo que creemos y podemos visualizar

cada escena y cada diálogo como si fuéramos

los protagonistas de la historia. Es por eso que, si

te gusta más leer, siempre puedes utilizar el material

narrativo que puedes encontrar en relatos eróticos

de todo tipo. Muchos de estos textos harán

que los amantes de la lectura nocturna se vean enganchados

a sus páginas.

Recursos para mejorar tu vida

sexual

Otra opción que tenemos para sentirnos con

más apetito y avivar el deseo sexual es gustarnos y

sentirnos deseados. Así es como podemos sugerir

a que pienses cómo podrías cambiar algo de tu aspecto,

de la ropa, la lencería, el maquillaje, el pelo,

los complementos... lo que sea necesario para sentirse

más sexy. ¿Te atreves a escoger un cambio y

realizarlo? ¿Qué reacción vas a generar en el otro?

Mirarnos con otros ojos ayuda a subir nuestra autoestima

y a erotizar los encuentros sexuales para

lograr subir la líbido. Pero, además, si nos sentimos

bien con nosotros mismos seguro que estaremos

muy bien con el otro, los demás también nos verán

más atractivos.

¡No hay mejor manera de sentirse

deseado que mirar a tu pareja y ver cómo

te mira!

Los 5 principios para

disfrutar la sexualidad

Una vez contextualizado el camino que nos queda

por recorrer y la influencia cultural que nos condiciona,

vamos a centrarnos en las soluciones. Los

5 principios básicos para disfrutar de una sexualidad

plena y sana es lo que voy a detallar a continuación

para dar una referencia y/o parámetro

de por lo menos con qué debemos comenzar para

ser excelentes amantes y tener placer pleno en la

sexualidad con nuestra pareja.

1_Tu sexualidad empieza por ti

Este es un principio que señala directamente

a las mujeres, dado que hay información

científica que se tiene en relación al hombre y

que se supone hay una desventaja en relación a los

hombres, en el que mujeres antecesoras no pudieron

escoger y vivieron su sexualidad de acuerdo a

lo dictado por una sociedad patriarcal, por lo que

apenas conocían su cuerpo y escuchaban sus necesidades.

Los únicos mensajes que recibían relacionados

con el tema sexual eran sobre su menstruación,

y en algunos casos ni eso, y su deber de

complacer al marido, en un clima íntimo, sí, pero

también nublado por los prejuicios y los recatos

de la época. Algo que hoy de manifiesto puedo

decir que era una exagerada represión a la mujer

a sus pretensiones placenteras en lo sexual. Hoy,

ciertamente, cada vez más mujeres tienen prácticamente

el mismo conocimiento sobre sus propios

órganos sexuales como los hombres, y este autoconocimiento

es clave para poder hablar de orgasmo.

Este es el principio número 1, que señala que,

seas del género que seas, has de conocer tu propia

sexualidad, y conocer y aceptar tu cuerpo (la autoconfianza

es clave). Y sí, también incluye la opción

de practicar el autoerotismo, la masturbación (moderado),

la auto-estimulación… lo nombremos como

lo nombremos todo empieza por nuestro propio

cuerpo y nuestro placer. Nunca olvidemos que

en nuestro concepto de autoestima vemos que nos

dirige a un entendimiento de autoconocimiento; o

sea; si yo no me amo, no puedo amar al otro. Como

dijo alguna vez Sigmund Freud, “el primer amor somos

nosotros mismos”.

2_ Siempre sujeto y nunca objeto

Cosificar es “tratar/convertir” a una

persona, un ser vivo, en un objeto, un

ser inanimado, para su uso o, incluso, para su

abuso. Es cierto que existen fantasías sexuales

en las que una persona es usada por la otra,

pero siempre implican un consentimiento del supuesto

“objeto”, por lo que éste o esta disfruta

de ese uso sexual. Las emociones y los deseos

de ambas personas cuentan, y cuando es

así, no hablaríamos ni de abuso ni de violencia.

Concepción Garriga, reconocida psicóloga,

en su libro “La bondad en la subjetividad femenina:

Implicaciones para la clínica y para la

sexualidad” refleja la influencia del patriarcado

en la construcción de nuestra sexualidad, poniendo

hincapié en la bondad que se esperaba

de las mujeres, y que se materializaba en cuidar

y complacer al otro, poniendo las emociones,

los deseos y las necesidades del otro por encima

de las propias de la mujer. Evidentemente,

este concepto de la sexualidad se ha ido transformando,

pero aún hay enredaderas culturales

que se deslizan por debajo de la puerta de nuestros

dormitorios y entran en nuestra intimidad,

que hemos de ir identificando para disfrutar de

una sexualidad sana. Ser sujeto quiere decir ser

libre, ser protagonista y escuchar y atender los

propios deseos. Las dos personas que integran

la pareja (hombre-mujer, mujer-mujer, hombrehombre)

han de ser sujetos y por lo tanto ambas

necesidades, subjetividades y lascivias han de

ser escuchadas.

3_ Conciencia sexual plena

gracias al Mindfulness

El Mindfulness es cada vez más conocido,

pero poco se ha hablado de lo mucho que benefician

a las prácticas sexuales, la práctica habitual

de técnica como la meditación o el Mindfulness.

La presión racional y cognitiva que puede ejercer

nuestra mente si no se controla durante las relaciones

sexuales, puede generar pensamientos automáticos

de inseguridad (“no lo hago demasiado

bien”, “seguro que no le gusta”) que desencadene

en ausencia de erección (disfunción eréctil) en los

hombres, o dificultad de alcanzar el orgasmo (anorgasmia)

en las mujeres. Ejercita tu mente. No permitas

que te impida disfrutar de una sexualidad plena

y satisfactoria.

4_ Generosidad sexual, placer

compartido

Si ambas personas pueden ser sujetos,

quiere decir que ambas pueden elegir qué hacer,

qué desear, qué experimentar, qué nos ayuda

a gozar y qué podemos compartir. Desear, decidir,

experimentar y gozar, cuatro verbos que conducen

al orgasmo. Pero no quiere decir no complacer a la

otra parte. Las relaciones sexuales han de ser recíprocas,

bidireccionales, desinteresadas y generosas.

Eso significa que para disfrutar de una sexualidad

sana en pareja, el placer de la otra persona ha

de aumentar tu propio placer, porque cuenta para ti

el disfrute de la otra parte y el tuyo a la inversa, existe

reciprocidad. Sólo planteándonos las relaciones

de este modo podemos hablar de relaciones satisfactorias.

Evidentemente si no somos mentalistas

no podemos adivinar qué excita a la otra persona,

por lo que será importante que en la relación de pareja,

el diálogo, la armonía, el consenso, la tranquilidad,

el respeto y la seguridad estará presente en la

predisposición y elección de ambas partes para llegar

a un entendimiento placentero y racional.

5_ Comunica, expresa y confía en

ti mismo

Los especialistas sexólogos, neuropsicólogos

y científicos de las relaciones humanas nos

dicen que “la comunicación es acción y la acción es

comunicación”. Naturalmente, considero que también

la podemos aplicar en la sexualidad y las relaciones

humanas en general. Comunicar durante las

relaciones sexuales es acción y actuar es comunicar.

La complicidad vendrá determinada por nuestra

capacidad de comunicar a la otra persona cuál

es el camino hacia nuestro orgasmo, observar, experimentar

y nuestra capacidad de escucha sobre

el mismo. Expresarte sin prejuicios. Sin tabúes, tener

confianza en uno mismo es determinante. La

confianza la adquirimos con el autoconocimiento y

la experimentación. Ambas vivencias nos conducen

a sentirnos seguros, y por esta razón muchos expertos

ubican la plenitud sexual a partir de los 35

años. Pero como neuropsicólogo considero que la

realidad es que hoy, gracias a los cambios culturales,

y sobre todo a los avances de la Psicología

Sexual, de la Neuropsicología y de los grandes estudios

de las Neurociencias y de los procesos de esquemas

mentales, es posible disfrutar de la sexualidad

con madurez bastante antes de los 35 años, y

estos cinco principios son la clave para ello.

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