Investigan falsas alertas sobre un suicidio y un hombre abandonado

La fiscal Aída Farrán Serlé ordenó una exhaustiva investigación, a raíz de dos incidentes que intuye van más allá de "bromas pesadas".

Primero, alertaron, vía telefónica, sobre el suicidio de una joven en el paraje Jumi Pozo, distante 65 kilómetros de Loreto, se supo.

Urgente, se afectó a policías, bomberos y la propia fiscal partió a dicha región.

Al arribar, se dieron con que nadie se había quitado la vida, pero el nombre invocado, de la teórica víctima, era el de la herma de una mujer embarazada que sí murió, años atrás.

Desazón

Molestos, y no menos preocupados, los funcionarios prosiguieron su tarea y de nuevo alguien llamó por teléfono.

Esta vez anunciaron que un hombre vivía en total estado de abandono y sin familia.

Otra vez, la estructura policial y fiscal se puso en marcha, pero también fueron a "constatar" y advirtieron que nadie yacía abandonado, ni nada parecido. La fiscal dispuso una profunda investigación con personal del Departamento de Inteligencia Criminal (DIC).

Los mismos "rastrean" llamados, tras los "bromistas".