El desfile cívico militar coronó los festejos por el Día de la Independencia

Como en cada fecha patria, el desfile cívico militar concitó la atención de todos los presentes en plaza Libertad, siguiendo de cerca una procesión encabezada por la Banda de Música de la Policía provincial, con sus distintas dependencias y representantes nacionales.

El emotivo desfile por el 202° aniversario de la Independencia nacional estuvo protagonizado también por personal de Gendarmería, Policía Federal y Provincial, Prefectura Naval, excombatientes de Malvinas, los patricios santiagueños, Escuela de cadetes, entre otros.

Antes del inicio del desfile, la profesora Jimena Luna dijo unas las palabras alusivas sobre la fecha, y entre otros conceptos sostuvo que "este nuevo aniversario como País independiente presenta, una vez más, la posibilidad de pensar y reflexionar sobre qué tenemos y qué nos falta para consolidar una sociedad con igualdad de oportunidades, basada en fuertes valores éticos y revalorizando los espacios ganados por las mujeres como símbolo de esa igualdad".

Sostuvo que "con aciertos y errores, con batallas ganadas y con hombres de coraje, desprendidos de intereses personales, se emprendió un largo y sinuoso camino hacia la emancipación".

Luna recordó cuando en el Congreso de Tucumán, "fue Manuel Belgrano quien propuso la proclamación de una monarquía incaica, una idea que hacía justicia y tenía mucho de estratégico, porque el Alto Perú, era zona muy hostil para Buenos Aires, sin embargo, esa fue una idea que no tuvo consenso".

Amplió que "el acta escrita el 9 de Julio de 1816 fue salvada diez días después, ya que la primera nos declaraba libres de España de Fernando VIII y sus sucesores, pero dejaba una puerta abierta para que dependiéramos de Inglaterra y Portugal. Esa presión llevó a la redacción final del acta, que se produjo un 19 de julio 1816 donde se agregó la frase "...y de toda dominación extranjera...", lo que dejó en claro que se trataba de una independencia general", resaltó la profesora durante el acto, que como corolario se disfrutó de una rica chocolateada con facturas.