Secretos de una actividad colaborativa Secretos de una actividad colaborativa
Víctor Villa y René Sayago explicaron
que desde fines de este mes
comenzarán las primeras cosechas,
según vayan floreciendo las
plantas de algarrobo, mistol (que
ofrece la ventana de cosecha más
larga, de un mes o más), el atamisqui,
algunos yuyos por las lluvias
estivales como el poleo y el tala; y
hacia los primeros días de marzo
será el turno del quebracho colorado,
por espacio de 10 a 15 días,
siendo esta miel más oscura y de
sabor más intenso de todas.
Sayago explicó que la colmenas
empiezan con 20 a 30 mil abejas,
que recolectan polen y producen
miel desde el primer día, y que
al llegar a una población de 60 mil
individuos, el exedente ya permite
cosechar comercialmente.
Los Farías relataron que “hay
colmenas que producen 60 a 70
kilogramos de miel”.
En cambio, Sayago sitúa en los
28 kg de miel por cada colmena
por temporada en las mieles convencionales,
y en alrededor de 10
kilos la miel de flor de atamisqui,
por ejemplo.
Polinización
Revelan que las abejas no van
a todas las flores, sino a las que
más las favorecen por energía y
calidad de su néctar.
Además, como
proceso paralelo, las abejas
polinizan las plantas, es decir, permiten
el intercambio de polen (gametos
masculinos) de una planta a
otra para fertilizar los gametos femeninos,
lo que genera una nueva
semilla, perpetuando las especies
vegetales.
Con el néctar, que es el que en
definitiva le da el color a la miel (no
la flor), las abejas elaboran su alimento
para la colmena en general
(abejas obreras y zánganos, cuya
única función es la de fertilizar a la
reina) y para la reina en particular
las obreras recién nacidas hacen
la jalea real.