Las dos mujeres sobrevivientes de la masacre tenían gravísimas heridas

Milagros y Zulma estaban anoche internadas y los médicos hacían enormes esfuerzos por salvarles la vida.

La joven tendría un disparo en la boca y Zulma por la espalda, señalaron las fuentes.

Según la investigación, después de la tragedia también llegó un segundo policía hermano de Jésica, aunque éste -se dijo- entregó previamente el arma a su superior.

Ante la masacre, alertó al Hospital Regional desde dónde partieron dos ambulancias y trasladaron a las dos sobrevivientes.

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Después, llegaron efectivos de la Seccional 11 quienes impusieron un perímetro de resguardo en un radio de cien metros.

Luego, arribaron efectivos de la División Criminalística y de la División Homicidios y Delitos Complejos.

Urgente, los fiscales alejaron a los curiosos de la escena del crimen, en procura de preservarla.

Frente a la vivienda, los peritos marcaron varios charcos de sangre, pero se intuye que corresponde a las dos mujeres que lograron sobrevivir.

Habría tres testigos clave: dos vecinos y una hermana de Jésica, quien enfrentó a Marco y de milagro no acabó también asesinada.