"Los Increíbles 2" vuelve con todo a los cines locales "Los Increíbles 2" vuelve con todo a los cines locales
Cuando "Los Increíbles" se estrenó en 2004 los superhéroes todavía eran una mala palabra en el cine. Catorce años después, la familia con superpoderes animada de Pixar vuelve a las andanzas para reclamar protagonismo en una cartelera saturada por el género, con la salvedad de que el clan de los Parr siempre fue una creación original con el acento puesto en la célula familiar: no es otra la esencia de la secuela que llega esta semana, uno de los tanques de animación del año que vuelve a dirigir Brad Bird y que esta vez pone a Helen/Elastigirl como eje femenino de la aventura.
"Los Increíbles", hito en su momento con 630 millones de dólares recaudados en el mundo (es el quinto filme más taquillero de Pixar) y dos Oscar a su favor (por mejor animación y edición de sonido) siempre fue una favorita para reincidir, por más que su realizador esgrima el romanticismo como fundamento.
Palabras del director
"No creo que continuar un filme exitoso con una secuela sea la mejor idea en términos creativos.
Lo mejor es tomarse un tiempo, pensarlo un poco, disfrutar el proceso", reconoce Bird, que se sumó a Pixar en su esplendor (venía de trabajar en Los Simpson) para hacer de Los Increíbles su criatura más añorada después del temprano y de culto El Gigante de Hierro (1999), un robot animado gestado para Warner Bros que tuvo una aparición hiperreal en la reciente Ready Player One de Steven Spielberg.
Al final de cuentas puede que haya una secreta chispa idealista en el megaestreno de la semana, el reflejo animado de una experiencia real: "En apariencia Los Increíbles 2 es una película comercial, pero para mí resulta en verdad extrañamente personal. Tiene muchas de las cosas que yo amaba a los diez años, combinado con la familia en la que crecí y la que actualmente tengo con mi mujer e hijos. Más allá de su confección pop y colorida es un filme muy cercano a mí", confiesa el director.