La autopsia confirmó que el sereno tenía un disparo en el rostro, pero no descartan ninguna hipótesis La autopsia confirmó que el sereno tenía un disparo en el rostro, pero no descartan ninguna hipótesis
Marco René Aguirre tenía un disparo de arma de fuego que habría ingresado por debajo de su mentón, con orificio de salida en la región parietal derecha.
Así lo habría determinado la autopsia que le practicó el Cuerpo Médico Forense al sereno que fue hallado muerto en una zona montuosa distante unos 6 kilómetros de la entrada de la finca que estaba a su cuidado, donde había sido visto por última vez el pasado 16 del corriente.
La búsqueda de Aguirre tuvo el peor final el martes, cuando su hermano, baquianos y personal del GER lo encontraron en una zona montuosa de difícil acceso, distante unos 700 metros del extremo norte del campo que cuidaba, en una zona colindante con unas salinas de la región.
El cadáver estaba recostado debajo de una especie de "guarida" formada por las ramas del monte tupido. De acuerdo con las fuentes, tenía el rostro desfigurado y un orificio de salida en la parte superior de su cabeza. El brazo derecho había sido comido por animales, quedando a la vista los huesos, pero no estaba desmembrado. El resto del cuerpo habría estado intacto. Junto con los restos de Aguirre, había un revólver de grandes dimensiones a centímetros de sus pies. El arma estaba cubierta por un paño rojo y el cinto del sereno.
El fiscal del caso, Dr. Sebastián Robles, se trasladó junto a un equipo de Criminalística de Capital, quienes trabajaron con sus pares de Añatuya y el GER que se encontraba en la zona. Los investigadores caminaron unos 6 kilómetros atravesando el monte, en medio de víboras, animales varios y rugidos de pumas que habitan en el campo.
El trabajo se extendió desde la noche del martes hasta la madrugada de ayer. Una vez finalizado, los restos fueron trasladados a la Morgue y ayer se le practicó la autopsia.
Un adelanto del examen forense habría determinado que la causa de la muerte habría sido el disparo de arma de fuego, pero las fuentes deslizaron que el Dr. Robles realizaría consultas con otros especialistas. La principal hipótesis es que Marco René se habría quitado la vida, con el único proyectil que habría tenido el revólver. Una de las teorías es que se perdió en el monte, agotado por los días sin alimentos ni agua, se encontró rodeado por animales y se suicidó.
Las mismas fuentes confiaron que el representante del Ministerio Público no descartaría otras líneas investigativas y la presencia de otra persona en la escena, por lo que la hipótesis del homicidio no estaba desechada.