Utilizan fotos con veinte personas para rituales, o cultos, en un cementerio

Veinte fotografías clavadas en el piso, en los fondos de un cementerio comunal del sur del Dpto. Capital, alteró la calma de las almas y no menos a las autoridades policiales.

El suceso provocó un sacudón entre los investigadores, cuyos jerarcas lo asociaron con rituales (o cultos) de magia negra y sus connotaciones.

Fuentes policiales, indicaron que el familiar de un muerto arribó temprano a la necrópolis a encenderle una vela.

Frente suyo descubrió una veintena de fotografías, "clavadas" al piso y al pasto.

Impacto

Del impacto, el testigo pasó al temor, ya que divisó entre las fotos a varios niños, adolescentes y adultos.

Urgente, tomó una fotografía del "ritual" y se la habría entregado a las autoridades policiales.

Ahora, éstas desandarán la "rutina" en las instalaciones, en procura de desentrañar su naturaleza.

Lo que sigue

Con la venia de la Fiscalía, la policía tomaría testimonios a los responsables del cementerio: serenos y otros empleados.

También, indagaría en los "movimientos" nocturnos, ya que los "rituales" habrían sido realizados de noche y madrugadas.

A una posible invasión de una propiedad, se le sumaría establecer la naturaleza de la "práctica".

Allí los investigadores no armonizan posiciones.

Ignoran el porqué del uso de tierra y clavos (noche) en un cementerio.

Ante la consulta a especialistas en el tema, recibieron como respuesta que no es casualidad el lugar y el ritual, sino la confirmación de que para dichos cultores, la tierra del cementerio es asumida mágica.

Ahora bien, otro aspecto no menos trascendente será develar si lo hallado fue un "ritual", o un "culto".

Según las definiciones semánticas, ‘ritual’ es una acción realizada por su valor simbólico, también basada en creencias, ya sea religión, ideología política, deportiva, tradiciones, recuerdos, o memoria histórica de una comunidad.

En cambio, se consideraría ‘culto’ a las manifestaciones esotéricas (público) de una religión, aunque algunas estén reservadas a los iniciados. La palabra final será potestad de los investigadores.