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Después del salto del dólar, ¿la Argentina está cara o barata?

Después del salto del dólar Âla Argentina està cara o barata

Después del salto del dólar, ¿la Argentina está cara o barata?.

09/09/2017 21:36 Economía
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Después del salto del dólar, ¿la Argentina está cara o barata? Después del salto del dólar, ¿la Argentina está cara o barata?

En los últimos dos meses, el

mercado cambiario de Argentina

ajustó el valor de la divisa. Luego

del típico “oveshooting” (cuando

la cotización del dólar superó

por unos pocos días el valor de $/

u$s de 18), el precio se estabilizó

en valores al 8% por encima del

promedio registrado en el último

mes de junio. Con el nuevo valor

del dólar, las tensiones del mercado

cambiario desaparecieron y las

autoridades del Banco Central dejaron

de vender divisas para estabilizar

su precio.

Este nuevo escenario resulta

interesante para evaluar cómo

quedaron los precios de nuestro

país respecto de otras economías.

La comparación de precios

entre países nunca resulta sencilla

ya que debe realizarse entre

productos completamente homogéneos,

con economías de similar

productividad y obviamente lo

que se compare, debe estar valuado

en la misma moneda. Por

esta última razón, el valor del dólar

siempre resulta clave a la hora

de determinar si Argentina está

cara o barata con respecto a

otros países.

Para salvar las anteriores restricciones,

por un lado, se utilizan

solamente productos de marcas

internacionales que resultan

totalmente homogéneos. De esta

forma, en la muestra se excluyen

muchos servicios y productos

que también pueden ser muy

importantes a la hora de considerar

el costo de vida en una economía

pero que en la práctica resultan

muy difícil de ser comparados

por las diferencia de calidad

de los mismos (educación, salud,

cuidado personal, transporte, entretenimiento,

etc.). Por otro lado,

a fin de considerar los efectos de

las diferentes productividades de

las economías, se ajustan los precios

de acuerdo a una metodología

convencional.

A modo de anticipo de las

conclusiones, el análisis muestra

que, al actual valor del dólar y sin

ajustar por diferencias en productividad,

en los servicios de comida

rápida y de la mayoría de los artículos

vendidos por los supermercados,

los precios de Argentina en

general están más caros que en

Londres pero resultan más baratos

que en París. Respecto de los bienes que

pueden ser comprados por internet

(electrónica, indumentaria,

etc.), en Argentina los precios se

encuentran bastante más caros

que en estas importantes ciudades.

Cuando los precios se ajustan

por las diferencias de productividad

entre estas economías, Argentina

resulta claramente más

cara que Londres y París.

Analizando los productos típicos

de 3 cadenas internacionales

de “comidas rápidas” se observa

que al tipo de cambio actual, los

precios de estos servicios alimenticios

resultan en general más caros

en Argentina respecto de Londres

pero son más baratos que

en París.

Precios de

supermercados

De acuerdo a la muestra de

productos relevados (totalmente

homogéneos) en los supermercados

de las tres economías, se

observa un resultado levemente

diferente al caso anterior: Argentina

continúa siendo más caro

que Londres pero en promedio,

sus precios son similares a los

de París.

Compras de artículos

a través de internet

Los productos comprados por

internet que resultan totalmente

homogéneos entre las economías

generalmente se encuentran

principalmente en los rubros de

electrónica y de indumentaria. Para

estos rubros y de acuerdo a la

muestra seleccionada, los precios

en Argentina resultan considerablemente

más caros que en Inglaterra

y Francia.

El ajuste de precios

por productividad

Asumiendo una canasta totalmente

ad-hoc con los diferentes

rubros analizados, las diferencias

de precio que tienen estas economías

de acuerdo a las muestras

de productos seleccionados son

las siguientes: nuestro país resulta

más caro que Inglaterra en un

43% pero los mismos precios son

apenas un 3% más caros en promedio

que en París.

Más allá que una parte de la

gran diferencia de precios con

Londres podría ser explicada por

la depreciación que tuvo la Libra

Esterlina tras el anuncio del Brexit,

de acuerdo al conocido efecto Balassa

- Samuelson 4 , los precios

de los bienes en Argentina deberían

resultar más bajos que en

Londres y París. El efecto Balassa

– Samuelson explica y demuestra

que, mientras mayor es la productividad

relativa de las economías

(ingreso), mayores son los salarios

que las mismas pueden pagar

sin perder competitividad y por lo

tanto, más altos son los precios

en dichas economías. Esta relación

positiva entre precios y nivel

de ingreso de cada economía

en el mundo puede observarse en

los siguientes gráficos tanto para

el nivel de precios promedio de

bienes de consumo como para el

caso de un bien específico y totalmente

homogéneo como es el Big

Mac de McDonald's.

De esta forma, si tenemos en

cuenta las diferencias de ingreso

per cápita entre Argentina con

Gran Bretaña y con Francia, los

precios “ajustados” por el efecto

“Balassa – Samuelson” en nuestro

país debería resultar casi un 27%

más baratos en promedio que en

estas economías. Claramente el

hecho que la muestra de precios

arroje resultados similares entre

los precios de nuestro país con los

de París e incluso superiores a los

de Londres llama mucho la atención

y es la contrapartida de buena

parte de los problemas internos

que tiene nuestra economía.

Posibles explicaciones

Las explicaciones a estos fenómenos

nunca son únicas ni absolutas.

Entre las múltiples explicaciones

pueden citarse al menos

tres factores que ayudan a explicar

las diferencias de precios antes

mencionadas.

El factor tradicional del tipo de

cambio sin duda es uno de ellos.

La política fiscal gradualista del

actual gobierno se traduce en un

financiamiento externo de gran

parte del desbalance fiscal y esto

junto con las altas tasas de interés

que impone el Banco Central

en su lucha contra la inflación, reducen

el valor del tipo de cambio y

encarecen el precio de los bienes

y servicios de la economía en términos

de dólares.

Un segundo factor, es el bajo

nivel de apertura en términos comerciales

que tiene la economía

de nuestro país. Las importantes

restricciones a las importaciones

reducen el grado de competencia

en los sectores protegidos y esto

se traduce en precios internos

elevados para estos sectores.

Por último, un tercer factor

que también influye en los altos

precios internos de la economía

es la carga tributaria total que

tiene la actividad económica en

nuestro país. La misma creció casi

exponencialmente entre 2004 y

2015 y no se ha reducido sustancialmente

en los últimos años.

Estos tres factores deberían

formar parte de la agenda postelecciones

de la dirigencia política

y de los gobiernos en sus distintas

jurisdicciones. Por un lado, los

elevados precios en los rubros de

electrónica e indumentaria muestran

la urgencia de comenzar a

implementar un plan de apertura

comercial en estos sectores con

metas graduales que reduzcan las

trabas al comercio exterior que

sean inalterables para los próximos

años.

Este plan de apertura comercial

debe estar en sintonía con

una mejora del tipo de cambio real

y para ello, la reducción tanto de

los desequilibrios en las cuentas

fiscales (para reducir el financiamiento

externo) como de la inflación

(para poder reducir las elevadas

tasas de interés de corto plazo)

son objetivos muy importantes

de lograr. Por último, dada la necesidad

de reducir la alta presión

tributaria, la caída de los desequilibrios

fiscales debe provenir fundamentalmente

de la contracción

de los elevados niveles de gasto

público (en términos del PBI).l

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