No es uno, sino tres los gliptodontes hallados cerca de Weisburd No es uno, sino tres los gliptodontes hallados cerca de Weisburd
Lo que comenzó como una frágil misión, casi una aventura de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia, de investigar y extraer los restos óseos de un ejemplar de gliptodonte bastante completo aunque dañado de una excavación en un establecimiento productivo cercano a Weisburd, donde fue hallado por casualidad, se ha convertido en lo que podría ser el acontecimiento científico más importante de la historia de Santiago del Estero (o de su prehistoria, mejor dicho), ya que al lado de estos restos descubrieron los de otros dos ejemplares, enteros, uno más grande y otro más pequeño que el primero.
El increíble hallazgo abre nuevos caminos en la exploración del pasado remoto del territorio santiagueño, ya que nunca se habían encontrado tantos ejemplares juntos (podrían ser parte de una misma familia y lógicamente lo fueron de una manada), por lo que estas piezas en un estado excepcionalmente bueno de conservación, podrían arrojar mucha luz, con datos que hasta ahora se ignoraban sobre la denominada Megafauna Sudamericana, que se extinguió "a fines del Pleistoceno y comienzos del Oloceno", según explicara oportunamente el Dr. Diego Catriel León, del Instituto de Folclore, Lingüística y Arqueología (que dirige Luis Garay, de la Unse). El arqueólogo e investigador del Conicet y del Indes, había explicado en la primera visita que realizaron al emplazamiento que estos animales, grandes, pesados y lentos (medían alrededor de 3 metros por 1,20, y podían pesar entre 1,4 y 2 toneladas, como un automóvil), solían morir atrapados en terrenos blandos y pantanosos. Ello explicaría quizás que se encuentren tres ejemplares juntos. Y tampoco se puede descartar que haya más.
Alejandro Quarín, propietario del establecimiento dedicado a la cría de animales porcinos y aves de corral, reveló que en esta ocasión tampoco estaba en el lugar (como en el primer hallazgo), cuando aparecieron los restos de los otros dos ejemplares, "uno más grande y otro más chico que el primero que encontramos", señaló. Quarín es consciente de la trascendencia paleontológica de lo hallado en sus campos, y su actitud de permanente colaboración le valió el reconocimiento del titular de la Dirección de Patrimonio provincial, Alejandro Yocca, ya que justo ese lugar tiene previsto poner en funcionamiento una cabaña de cría de ganado porcino, el que ha venido posponiendo para permitir el rescate de los restos.