Alerta padres: chicos santiagueños insinúan jugar a la "ballena azul", en su perfil de Facebook

El peligroso juego de la "ballena azul" llegó a la Argentina, y en Santiago, algunos jóvenes ya insinúan en sus perfiles de Facebook haber iniciado los desafíos, aunque se desconoce si efectivamente lo hacen o se trata de una broma.

Serían al menos 5 adolescentes (mujeres y varones), y fueron sus amigos de la red social los que pusieron en alerta a la comunidad.

Ellos escribieron en sus perfiles, frases alusivas al juego y en algunos casos cobró mayor credibilidad en las últimas horas, cuando los "supuestos jugadores" borraron sus posteos, luego de que las versiones comenzaran a circular con mayor fuerza entre la sociedad local.

Esta situación preocupó a la comunidad por lo que se pide a los adultos estar atentos antes los cambios de actitud de los adolescentes.

Análisis

El psicólogo infantil, Lic. Martín Díaz explicó que "es peligroso porque está dirigido a adolescentes, quienes son los más vulnerables a las prácticas que se ponen de moda porque comienzan a identificarse con lo que hacen sus pares".

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"Muchas veces el autolesionarse alivia un estado de tensión interna. Adolescentes que están afligidos, mal o presionados emocionalmente, encuentran el alivio provocándose dolor ellos mismos. A esa edad no hay conciencia total del peligro, y no miden sus actos. Y con respecto a por qué se masifican en la práctica, creo que están en una edad en la que quieren pertenecer a determinados grupos, o "estar a la moda" y en algunos casos se puede transformar en una adicción. Los 50 pasos del juego, aunque sean peligrosos, se vuelven adictivos, porque estratégicamente los creadores van generando una expectativa negativa, pero que sin embargo los va enganchando en el juego. En este sentido, las redes sociales terminan siendo altamente negativas", sostuvo el Lic. Díaz.

"Detrás de esos juegos hay adultos que se aprovechan de la inocencia de los jóvenes para esta práctica", sentenció.

Finalmente pidió a los padres "extremar los controles con respecto a lo que hacen los chicos con internet, qué hacen, qué páginas visitan. Los chicos necesitan más diálogo y apoyo, porque cuanto más solo se deje a los hijos, mucho más expuestos y vulnerables se encuentran ante gente que los puede llevar a hacer cosas con fines irreversibles. Hay que estar atentos a los cambios rotundos de conducta, al estado de ánimo. Pueden ser señales de que algo pasa si hablan menos, si se muestran retraídos, si se encierran, si aparentan estar tristes, si hay falta de interés social", advirtió el psicólogo.