Especialista advierte sobre el cuidado que se debe tener con los niños huérfanos

Luego del crimen ocurrido en el B° El Rincón, EL LIBERAL dialogó con una especialista quien realizó un análisis sobre la problemática de la violencia de género y sus “víctimas invisibles”: los niños huérfanos.

El licenciado Hugo Ortiz, psicólogo y ex forense de la Justicia, explicó las posibles consecuencias de podrían devenir con los niños, hijos de mujer asesinadas a manos de sus parejas.

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“Además de tener en cuenta a la mujer como víctima y al hombre como victimario tenemos que poner mayor atención en los niños huérfanos que tienen interiorizado la violencia como algo normal”, resaltó.

Más tarde el ex forense sostuvo “cuando pasan este tipo de situaciones —donde niños quedan huérfanos porque sus madres son asesinadas y sus padres terminan en la cárcel— todos se lamentan por lo sucedido, pero nadie se pregunta si esos chicos que han vivido por mucho tiempo situaciones de violencia en su hogar, también corren riesgo de que hayan internalizado ese tipo de vínculos”.

Al no asistir a los menores, “allí tenemos personas con posibles alteraciones, es decir con tendencia a cometer este tipo de acciones y vínculos. Ellos son las víctimas invisibles a las que se debe prestar mayor atención y asistencia, con programas específicos y especiales para este tipo de problemática”.

El licenciado Ortiz sostuvo que “dentro del psiquismo de las personas, la violencia se introduce como un estereotipo entonces lo que genera que una vez que se termina la relación, muchas veces por intervención de la Justicia, la mujer o el hombre terminen buscando otra relación con características similares”.

El especialista sostuvo que “la problemática de la violencia de género no es un problema judicial, se convierte, pero la raíz es una relación patológica de una pareja y si hablamos de patología hablamos de trastornos, de ciertas personalidades, y vínculos que necesitan la intervención profesional”.

“Ponerla a la mujer como víctima o victimizarla más allá de que lo sea, implica muchas veces cerciorarle la posibilidad o la capacidad de cambiar su historia. Mientras se considere que la problemática se va a solucionar poniendo al acusado tras las rejas solamente, que debe ir y cumplir con la condena, el problema no se va a terminar”, finalizó.