"Gracias a que hice la denuncia pienso y creo firmemente que estoy viva" "Gracias a que hice la denuncia pienso y creo firmemente que estoy viva"
En el Día Internacional de la Mujer, muchas santiagueñas alzarán su rostro, y mirando al cielo brindarán por el milagro de estar vivas. Ellas supieron sobreponerse y salir de la pesadilla que soportaban puertas dentro del hogar, con malostratos, golpizas y humillaciones. Ellas se atrevieron a apostar por la vida, dejando de lado los temores más aterradores. Optaron por darse una oportunidad, y hoy pueden contar sus historias.
Víctimas de violencia de género, "Juana" y "María" (nombres ficticios), en su día, reivindican en silencio la valorización de la vida y de su condición de mujer, y casi en el anonimato, pero firmes en sus convicciones, se atreven a contar el calvario que les tocó vivir y la "liberación" que manifestaron cuando pudieron poner fin a relaciones tormentosas, de la que eran siempre víctimas de los más agraviantes insultos y agresiones físicas.
"Gracias a que hice la denuncia por violencia de género, pienso y creo firmemente que estoy viva; con miedo, pero mucho más tranquila", asegura "María", quien fue víctima de golpes, insultos y persecución. El atacante: su pareja... el papá de su hija.
De estas historias, lamentablemente la sociedad santiagueña es testigo a diario. La voz de estas dos sobrevivientes podría llegar a actuar como estimulante para que aquellas víctimas que hoy no se atreven, puedan decir "basta", recibir ayuda y comenzar a valorarse como mujeres y como personas.
"Soporté muchos reclamos, celos, que golpeara y tirara cosas en mi casa, gritos. Hasta que un día, para evitar que pasara a mayores decidí dar el paso: lo denuncié. Fue muy difícil porque yo jamás había estado con una persona así. Viví con mucho miedo, y además por ese miedo muchas veces cedí. Pero todo tiene un límite, y actué. El último día me pegó feo y reaccioné. Me valoré como mujer y como persona", contó "María".
"Es difícil porque quedas marcada de por vida, hay momentos en que estás sola y vuelves a recordar. Además vivo con miedo porque él está libre porque tiene su condena en suspenso hoy en día y temo cruzarlo en la calle. Tiene restricción, pero una vez se acercó aún así y me atacó. Es difícil, pero es necesaria la denuncia. Las mujeres deben saber sí se puede seguir con la vida, sobrellevarla a pesar del dolor. Hoy puedo decir que psicológicamente estoy mejor porque mi agresor no está conmigo. Tener una persona tóxica al lado puede enfermarte", aconseja.
En este día especial, "María" reflexiona: "Ninguna mujer, por más matrimonio e hijos que se tenga no tiene por qué aguantar, soportar a nadie. Porque nadie tiene derecho a golpearnos. Hay que hacer corazón duro y salir adelante; denunciar porque es lo mejor para la víctima. Son personas enfermas que nunca van a razonar. Hay que aprender a dar un paso al costado, todo cuesta pero es lo mejor".
Llamado de atención
Sobre los pedidos de ayuda de las mujeres, "María" sostiene que cualquier medio es necesario y válido si la intención es pedir ayuda: "Mostrarse golpeada en fotos, en las redes, es una forma de pedir ayuda. A veces la Justicia no se pone a favor de uno, no responde como debería ante los casos, y en la desesperación, una persona piensa y hace cualquier cosa para conseguir ayuda. Y lo digo porque me ha pasado a mí. Aunque a veces, después volver a ver esa imagen de las lesiones, duele porque nos recuerda la tremenda situación".