La Casa Blanca defendió despido de fiscal general que se opuso a veto migratorio La Casa Blanca defendió despido de fiscal general que se opuso a veto migratorio
La Casa Blanca defendió el despido de la fiscal general interina, Sally Yates, por cuestionar el veto temporal a inmigrantes y refugiados, y argumentó que la misión de los miembros del gabinete es ‘cumplir’ con la agenda del presidente Donald Trump.
El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, subrayó que, como fiscal general en funciones, a Yates ‘se le exige ejecutar órdenes legales’. Sin embargo, continuó, ella ‘optó por no hacerlo’, según una conferencia de prensa citada por la agencia de noticias EFE.
Para Spicer, la funcionaria -que venía del gobierno anterior de Barack Obama y ocupaba el cargo hasta que fuera confirmado el nominado de Trump, el cuestionado Jeff Sessions-, fue ‘lícitamente apartada’ del cargo porque si no puede ejecutar una orden del presidente, ‘debe renunciar’.
Yates se negó ayer a defender en Tribunales un decreto firmado por Trump que prohibió el ingreso de refugiados e inmigrantes de siete de mayoría musulmana a Estados Unidos, porque no estaba ‘convencida’ de que la medida presidencial fuera ‘legal’.
El presidente la acusó de haber ‘traicionado’ al Departamento de Justicia y calificó de ‘débil’ su gestión en lo referente a seguridad fronteriza, y de ‘muy débil’ frente a la inmigración ilegal.
Al ser consultado sobre si el despido de Yates era una advertencia para otros miembros del gabinete, Spicer advirtió que la función del gobierno es ‘cumplir’ con la agenda del mandatario.
‘No se trata de unirse al gobierno para ejecutar las ideas o iniciativas de cada uno (...) si no les gusta, entonces no deberían aceptar el trabajo’, sentenció el vocero de la Casa Blanca, pese a que Yates nunca se había sumado al gobierno de Trump, sino que se mantuvo en el cargo para garantizar la transición.
Tras la salida de Yates, Trump designó como fiscal general interino a Dana Boente, quien ocupará el cargo hasta que el Senado confirme la nominación de Jeff Sessions, una de las batallas más difíciles que tiene hoy el gobierno en el Congreso.
Boente, hasta ahora fiscal para el distrito este del estado de Virginia, se declaró ‘honrado’ de trabajar para el gobierno del magnate; y anteayer, inmediatamente después de jurar el cargo, instruyó al Departamento de Justicia a que haga cumplir la orden sobre inmigrantes y refugiados de Trump.
Rechazo
En tanto, los estados de Nueva York, Massachusetts y Washington se convirtieron en los primeros en desafiar al decreto migratorio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que prohibió la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, al presentar demandas judiciales.
El cuestionado decreto suspendió el viernes pasado el ingreso al país de todos los refugiados durante 120 días, así como la concesión durante 90 días de visados a siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán-, oficialmente hasta que se establezcan nuevos mecanismos de vigilancia más estrictos.
Desde el inicio de su ejecución, el sábado siguiente, una ola de protestas se multiplicó dentro y fuera de Estados Unidos, al mismo tiempo que provocó el repudio de gobiernos extranjeros, entre ellos los principales socios de Washington en Europa y las naciones afectadas por la medida. Información publicada por diario EL LIBERAL. Director. Lic. Gustavo Ick.