Asesinó a su mujer de 12 puñaladas, ascendió a su motocicleta y se estrelló contra un camión Asesinó a su mujer de 12 puñaladas, ascendió a su motocicleta y se estrelló contra un camión
Enceguecido por fantasmas de los celos, el delegado gremial de una empresa constructora asesinó a su pareja de 12 puñaladas en el B° Juan Díaz de Solís y con su propia sangre estampó un epitafio de horror, estrellándose, en moto, contra un camión.
La historia de David Juárez y Vanesa Martinengo dejó perpleja a la sociedad, al convertirse en el femicidio N° 6 del 2016.
Abrazada por sus otros cinco hijos, Sandra Matar llora su dolor y orfandad.
La madre recordó que Vanesa conoció a David "cuatro años atrás. él tiene dos hijas y ya es abuelo. Mi hija, un hijo de 14 años".
Aún con este negro desenlace, Sandra es digna en su dolor y no emite palabra alguna que pudiese sonar a deseo de venganza u odio.
Sí subrayó que el 12 y 14 de diciembre las virtudes de David fueron opacadas por destellos de celos.
"él se enojó con Vanesa. Le pidió la llave de la casa. Fue en su camioneta y retiró un TV, un horno eléctrico y otros bienes", dijo.
Una hija ofreció más precisiones. Mientras los Martinengo cenaban, horas después David regresó.
Habló con Vanesa. Le pidió disculpas, lloró y le prometió jamás volver a amargarle la vida.
Una mujer tranquila
Vanesa no era una mujer rebozante de grises.
Un año atrás David quedó sin trabajo. Ella empezó a viajar a Bolivia. Compraba ropa y aquí revendía.
Como David mascullaba celos, ella viajaba con su cuñada para tranquilizarlo.
Días después de la disculpa, la pareja fue a una fiesta en la parroquia Virgen de Guadalupe, al sur.
De nuevo, David la celó con un joven del grupo, con quien Vanesa trabajaba, también en el hospital.
El sábado 24 despertaron. Fueron al centro. Compraron comida y ropa. Parecía que la calma pulverizaba la tempestad. Pero, no. Fue la falsa mejoría del que agoniza.
Mientras el hijo de Vanesa descansaba en los abuelos, David enloqueció. Puso volumen alto a la cumbia y atacó a Vanesa con un cuchillo tramontina.
Para los forenses, la mujer agonizó mucho y quedó tendida en un gran charco rojo. David cerró todas las puertas. Ascendió a su moto y huyó hacia el norte. Cerca de las 17.30 (una hora después) acaleró en la ruta 208 y se fue directo contra un camión.
Por lógica añadidura, murió en el acto. En el corolario, la policía descubrió también el macabro femicidio de Vanesa.
