Con un show de Benedetto Con un show de Benedetto
Boca Juniors goleó en la Bombonera a Quilmes por 4-1, resultado que quedó definitivamente sellado en sólo 25 minutos de juego, en un partido que tuvo por protagonista excluyente a Darío Benedetto.
El centrodelantero, quien venía siendo objeto de severos cuestionamientos, marcó tres goles y asistió para el restante de su equipo, convertido por Ricardo Centurión (Nicolás Da Campo había establecido para Quilmes un transitorio 1-1).
El entrenador xeneize, Guillermo Barros Schelotto, reservó al colombiano Frank Fabra y Andrés Cubas (iba a entrar durante el segundo tiempo), que venían siendo titulares, para el partido del próximo miércoles ante Lanús y en consecuencia tuvo oportunidad de debutar el volante cafetero Sebastián Pérez, de correcto desempeño.
Boca comenzó ejerciendo un amplio dominio territorial y a los 6 minutos se puso en ventaja, en una acción en que se juntaron Jonathan Silva y Cristian Pavón por la izquierda, el centro bajo del marcador lateral recorrió el área, desde el sector opuesto la devolvió al medio Gino Peruzzi y Benedetto, en estupenda resolución, con un tacazo la mandó a la red.
Ese comienzo tan favorable se vio empañado para el equipo local cuando a los 12 Matías Orihuela, tras combinar con Enzo Acosta, llegó al fondo, tocó hacia atrás y empató Da Campo, quien llegaba de frente, aprovechando una marcada debilidad defensiva.
Hasta pudo haber pasado al frente el visitante a los 15, con un cabezazo desviado de Diego Colotto a la salida de un córner, pero dos minutos más tarde apareció de nuevo en escena Benedetto: un formidable derechazo suyo desde unos treinta metros clavó la pelota en el ángulo superior derecho de César Rigamonti.
Gol de Centurión
Sobre los 22, una mala salida de Quilmes posibilitó otro lúcido tacazo de Benedetto, esta vez para que Centurión, sin marca, definiera con precisión cara a cara con el arquero. La ráfaga triunfal de Boca se prolongó dos minutos después con su cuarto gol, de nuevo a cargo de Benedetto, de cabeza, después de un muy buen desborde de Pavón sobre la izquierda.
Con el partido definido, el resto de la etapa inicial se consumió con algunos intentos de Quilmes que volvieron a desnudar deficiencias en el fondo local y algunos lujos de Centurión que enervaron a los jugadores cerveceros.
Como era de prever, el segundo período resultó de mucha menor intensidad y Quilmes dejó la sensación de conformarse con no perder por más goles, aunque contó con un cabezazo de Federico Andrada de controló Guillermo Sara (13 minutos) y con un zurdazo demasiado alto de Enzo Acosta (27) como mejores posibilidades.
En el último cuarto de hora, ya sin Centurión (lo reemplazaron para que no siguieran pegándole), un remate muy elevado de Benedetto en la más fácil de las definiciones que se le presentaron y un disparo de Silva en un palo pudieron haber ampliado la diferencia, pero poco importó porque Boca ya lo tenía todo resuelto desde mucho antes.