Enzo Malter el santiagueño que fue elegido como el mejor mecánico Enzo Malter el santiagueño que fue elegido como el mejor mecánico
Ese título lo llevó hasta la otra punta del globo: en un viaje de 20 días por China que le permitió vivir en primera persona algunos de los aspectos más fantásticos de la cultura asiática, relacionarse con personas de todas partes del mundo y conocer la fábrica Chery en Wuhu, provincia de Anhui.
Tradición familiar
La pasión de Enzo por la mecánica automotriz es una herencia de su padre y de su abuelo. Si bien aclara que de jovencito se vino a vivir a Córdoba para estudiar en el Instituto Renault, destaca que en Frías, Santiago del Estero, tiene un taller junto con su familia. “Mi abuelo y mi viejo son mecánicos. Toda mi familia siempre estuvo relacionada con la mecánica automotriz. Hoy sigo haciendo cursos para capacitarme y siempre estudio por mi cuenta, siempre estoy investigando”, relata.
Sobre sus inicios en Maipú, cuenta que en el año 2012, tras terminar el colegio se volvió a Santiago del Estero porque cerraron el taller donde estaba trabajando, pero antes dejó su currículum en Maipú. “Al mes me llamaron y volví. Pasé distintos tipos de pruebas y finalmente quedé”.
“De acá a la China”
“Hacemos cursos tres o cuatro veces al año y a fin de año hacen una competencia de conocimientos técnicos. Son dos días de pruebas: el primero es teórico y al otro día es la parte práctica. Yo gané en 2013 y 2014”, cuenta Enzo. Eso le dio el título de “mejor mecánico de la marca en el país”.
Como premio y reconocimiento a su buen desempeño, Chery China, junto con el gobierno Chino y Chery Argentina, lo invitaron a viajar al país asiático para conocer la planta de Wuhu, provincia de Anhui, y seguirse capacitando.
El grupo, integrado por más de 30 mecánicos e ingenieros de Latinoamérica, compartió una odisea que duró 20 días y comenzó con una escala en Dubai y de ahí a Beijín hasta Hefeim, China. “Ahí estuvimos unos cino días, donde tuvimos cursos sobre la cultura y la economía del país, varias visitas a museos, universidades y paseos de compras”, relata Enzo entusiasmado.
“Después viajamos hasta Wuhu, provincia de Anhui, donde está la fábrica de Chery. En ese lugar nos dictaron cursos técnicos, visitamos la fábrica y disfrutamos de algunas experiencias culturales muy divertidas”, recuerda.
“Lo que más me llamó la atención fueron los modelos de alta gama y el equipamiento, la calidad del producto. También lo grande que es Chery. Es la marca más grande de China en lo que es la industria automotriz y ya es potencia mundial. Está muy asentada en muchos países”, sostuvo Enzo sobre su visita a la planta de Chery.
Un show con “Macarena”
Una de las anécdotas más divertidas tiene que ver con “una especie de fiesta” que se organizó en la fábrica. Enzo explica que cada sector organizaba un número (baile, canto, actuación). “Los latinoamericanos participamos haciendo un baile, hicimos un papelón. Nos avisaron horas antes y no tuvimos tiempo de preparar nada, bailamos ‘La Macarena’ e hicimos bailar a todo el público. Estaban todos sentados porque allá no bailan, son todos muy serios, hasta que nos tiramos del escenario y revolucionamos todo un poco, terminaron sumándose todos. Estuvo copado, nos reímos mucho. En la ceremonia final lo destacaron porque fue algo nuevo para ellos, no conocían nuestra cultura”, señala con orgullo.
Para finalizar, asegura: “Lo que más me gustó fue la experiencia de relacionarme con los compañeros”. ¿Lo negativo? La alimentación, afirma entre risas: “Sufrí mucho el tema de la comida. Comí muchas hamburguesas, porque el resto era muy picante, casi me enfermo. Me gusta lo picante, pero esto era de más. Un día fui a desayunar, mordí una factura que parecía una medialuna y adentro tenía una salsa muy picante”.