El ex mánager de modelos falleció este mediodía en el Sanatorio Otamendi. Estaba internado en estado crítico desde el domingo, tras sufrir un ACV hemorrágico.
Murió a los 67 años Ricardo Piñeiro Murió a los 67 años Ricardo Piñeiro
Este miércoles al mediodía y luego de varios días de permanecer en coma, murió Ricardo Piñeiro. El ex mánager de modelos tenía 67 años y había sufrido un ACV hemorrágico el fin de semana, por el cual debió ser internado.
Según le confirmó a este medio el director del SAME Alberto Crescenti, Piñeiro fue trasladado hasta el Hospital Fernández luego de encontrarlo en su domicilio con bajos signos vitales. Horas después, el representante fue llevado hasta el Sanatorio Otamendi, según lo detalló el parte médico oficial del lugar: "El paciente se encontraba en estado reservado, con asistencia respiratoria mecánica, producto de un ACV hemorrágico".
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Desde entonces, se vivieron horas críticas en torno a su salud, y se armó una espontánea cadena de oración en la comunidad del espectáculo. Modelos, periodistas, famosos en general se volcaron a las redes para elevar una plegaria en favor de su recuperación. Hasta que la noticia de su muerte golpeó hondo en los corazones y activó inmediatamente el portal de los recuerdos.
Piñeiro se había alejado de los medios hace ya varios años. Si bien su agencia de modelos llegó a ser una de las más prestigiosas de la argentina y semillero de figuras como Andrea Frigerio, Daniela Cardone, Julieta Prandi, María Vázquez, Andrea Bursten, Mariana Arias, Dolores Trull, Lorena Ceriscioli y Paula Chaves, en 2011 fue víctima de una estafa, su agencia quebró y él quedó sumido en una depresión muy profunda.
Todo esto hizo que el empresario recayera en el alcohol, adicción que lo puso al borde de la muerte. Con los años y luego de un trabajo muy intenso con Alcoholicos Anónimos, logró salir adelante. Fue entonces que empezó a poner sus energías en otra de sus pasiones: la fotografía.
Celoso de su vida privada, se le han conocido muy pocas parejas y con los años, se mantuvo siempre muy solitario. Tenía grandes amigos y su amor era destinado pura y exclusivamente a sus perros.
El viernes pasado iba a almorzar con un amigo pero nunca se presentó. Preocupado, el amigo llamó varias veces y al no poder dar con él, terminaron dando aviso al 911. La policía ingresó al departamento y lo encontró en la bañera, casi desmayado pero con signos vitales. Fue trasladado al Fernández y de ahí, al Otamendi donde murió este miércoles.