El sacerdote vendrá a Santiago el sábado 25 para presentar el libro y la serie "Ser Esencial", de Walter Peña. "Queremos hacer ahora el de Mama Antula para el próximo capítulo", adelantó en exclusiva a EL LIBERAL.
"La obra de Mama Antula fue de otra época, pero también llegó a los más pobres de hoy" "La obra de Mama Antula fue de otra época, pero también llegó a los más pobres de hoy"
"La obra de Mama Antula fue de otra época, pero también llegó a los más pobres en este tiempo", expresó el padre José María "Pepe" Di Paola, el cura villero que pronto se vendrá a trabajar nuevamente en nuestra provincia, en una entrevista exclusiva con EL LIBERAL.
El sacerdote, quien el próximo sábado 25 presentará en el Fórum, el libro y la serie "Ser Esencial", puso de relieve la obra de la primera santa argentina, y adelantó que quiere "hacer ahora una serie de Mama Antula para el próximo capítulo", y que esa misión se encuentra ahora para llevar la vida de María Antonia de Paz y Figueroa, santiagueña que será la primera santa laica argentina.
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El espíritu de "Ser Esencial" radica en revalorizar la vida y obra de seres esenciales que son parte desde los comienzos de nuestra historia hasta la actualidad.
La palabra esencial tiene más potencia cuando hay que cuidar la vida en cualquier tiempo y lugar, en las villas, barrios, pueblos y ciudades.
Sus vidas y obras junto a una comunidad organizada transformaron a su pueblo con alegría y siguen construyendo, compartiendo y distribuyendo soberanía y justicia social.
- ¿Qué significa para usted Mama Antula?
Ella, para mí, significa muchísimo. Yo era párroco de la Villa 21, en el año 1996, y cerca de ahí, en Constitución, la Mama Antula hizo la casa de retiros espirituales y que todavía se mantiene. Ella vino de Santiago, cuando expulsaron a los Jesuitas, para continuar llevando la tarea de ellos. La verdad, hizo una tarea muy grande y permitió que, además de la gente de su época, nosotros lleváramos a la gente de las villas. Yo llevé muchísima gente de la villa que hizo retiro espiritual y alguna de las Hermanas les contaba la historia de Mama Antula, los milagros que se sucedían en la vida cotidiana, de la multiplicación del pan cuando faltaba el pan. Cosas hermosas que siempre me quedaron muy grabadas. Yo estuve 15 años de párroco ahí; así que, hemos hecho más de cien retiros con gente del barrio. Después, pude llevar a la gente cuando estuve en el Gran Buenos Aires y fueron todas las villas de Capital Federal. Así que la obra de Mama Antula fue de aquella época, pero también llegó a los más pobres de la ciudad de Buenos Aires en este tiempo.
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