Lautaro Alvarado se encuentra con muerte cerebral y las expectativas de que sobreviva son "nulas".
La salud del joven atacado a la salida de un boliche es "irreversible" La salud del joven atacado a la salida de un boliche es "irreversible"
El joven de 19 años que fue atacado a golpes en una pelea a la salida de un boliche de la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, en La Matanza, se encontraba hasta este jueves con muerte cerebral con un diagnóstico clínico "irreversible", aunque la familia espera un "milagro" que salve su vida, mientras que por el ataque las autoridades buscaban a tres sospechosos, informaron fuentes sanitarias, policiales y judiciales.
Los voceros dijeron que Lautaro Diego Alvarado (19) sigue internado en una clínica de Moreno, adonde fue derivado tras la golpiza que sufrió la madrugada del lunes, cuando fue a un boliche con amigos.
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Al respecto, el auditor de la clínica, Silvio Ortuondo, señaló a la prensa que Lautaro está con "muerte cerebral" y que las expectativas de que sobreviva son "nulas".
"Recién acabo de hablar con los padres y tienen todo explicado, se les explicó toda la evolución del paciente y ellos esperan un milagro para que el chico salga adelante", explicó Ortuondo en una conferencia de prensa improvisada frente al centro de salud.
Para finalizar, el auditor señaló que les sugirió a los papás de Alvarado que contemplen la situación de extubar a su hijo y que puedan "hacer el milagro para otras personas" mediante la donación de sus órganos vitales.
Últimos mensajes de Lautaro
Por otro lado, fuentes de la investigación dieron a conocer los últimos mensajes de texto que Lautaro se envió con su padre, Diego Alvarado, en los instantes previos a sufrir la golpiza.
El comienzo de la conversación tuvo lugar a la 1.47, cuando el joven de 19 años le contó a su progenitor el plan que tenía con sus amigos durante la noche.
"Hola pa, te venía a decir que acá está todo bien", manifestó Lautaro.
Tras ese mensaje, su padre le preguntó dónde estaba, a lo que el joven respondió que se encontraba "frente de la plaza de Laferrere. Un boliche que se llama Cyrux".
"Bueno cuidate y alejate de los problemas", alertó Diego, a lo que su hijo contestó "si, dale pa, un beso".