Estela Sansierra, una mamá feliz por los logros de Juan

Estela Sansierra, mamá del cineasta santiagueño Juan Sebastián Torales, está feliz por los logros de su hijo. Junto a su esposo, Oscar Alfredo Torales, y toda la familia, acompañó a Juan, el menor de cinco hermanos. 

-¿Cómo vive hoy el momento por el que atraviesa su hijo Juan Sebastián?

Estoy feliz porque es el primer logro en su vida. Hace unos cuantos años que Juan está tras de esta película ("Almamula"). Para mí, para todos sus hermanos (Oscar, Santiago, Catalina, Carolina y Natalia), la familia, los amigos es un gran logro. Muy feliz.

-¿Cómo acompañó usted todo el proceso de realización de Juan?

Desde muy chiquito, muy cerca, muy cerca, por ser el menor quizás, dedicándole bastante tiempo, no solo yo sino también sus hermanos, porque lo hemos protegido siempre, lo hemos cuidado. En esta última etapa, bueno, con mi fe, con mi apoyo incondicional siempre, dándole aliento siempre a pesar de que él tanto miedo tenía en la religiosidad con su película. Para mí, la fe que tengo es inquebrantable. Entonces, siempre fue mi apoyo de que hay algo superior, de que está un Dios que no nos desampara y tratando siempre, en la distancia, porque todas eran charlas en la distancia. Siempre tratando de apoyarlo desde eso, desde mi fe, desde que, si haces lo que corresponde, de que si es tu convicción todo va a salir bien.

-¿En qué momento descubrió Juan que lo artístico era su camino?

Desde la camarita con la que filmábamos los viajes con la familia. Yo creo que esa camarita lo debe haber llevado a este mundo de la dirección, del cine. Todos mis hijos fueron al biológico, yo digo por la misma especialidad de su padre, de ser médico. Él no, él fue al otro secundario, al de la comunicación social. Entonces, desde ahí ya empezó con esas filmaciones entre los compañeros o en familia. Juan tuvo su primer sobrino cuando era muy chico. A los 12 años ya fue tío. Entonces, a filmarlo a su sobrino. Yo creo que desde ahí debe haber sido. Terminó la secundaria y fue a Córdoba a estudiar cine. Ahí creo que empezó, en el seno familiar. 

 -¿Cómo analiza el camino andado por Juan?

Increíble que siendo tan jovencito se fue (Juan está radicado en París) porque sentía que aquí (en Santiago) tenía su tope. Fue mucho esfuerzo. Trabajó desde que llegó porque no era tan fácil enviarle dinero. Tuvo que solucionar su vida solo. Para nosotros, haberlo visto crecer esos diez o doce años para preparar su primera película fue algo increíble.