Elvira Sarría vio nacer a su hijo Manuel, con la música bajo el brazo Elvira Sarría vio nacer a su hijo Manuel, con la música bajo el brazo
Elvira Sarría cumplió 60 años en diciembre pasado, y a los 19 se convirtió en madre primeriza con la llegada de Manuel Orlando Orellana. A él le siguieron otros 6 hijos, pero recién después de 10 años.
"Vivía en Quiroz y había venido a Frías a estudiar. Lo conocí al padre de Manuel, me quedé en pareja y me embaracé. Aquí encontré el amor y mi título, Manuel", se ríe Elvira, a través del teléfono.
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A todos sus hijos los dio a luz por "parto natural", y la misma fuerza que necesitó para parirlos le sirvió luego para hacerse cargo de su familia cuando su marido falleció, hace 13 años. "Manuel era el único que para esa época ya estaba haciendo su vida un poco más independiente, el resto eran adolescentes, de 16 años para abajo, con la más pequeña que tenía solo 7. Fue difícil, pero logramos salir adelante. Mi suegra me ayudó muchísimo. Prácticamente, toda mi vida la pasé con ella hasta que 6 meses después de que murió mi marido, nos dieron una casita y me fui con mis hijos. Trabajaba de lo que fuera para que no les faltara nada. Cuando pasaron los años, mi hijo (por Manuel) siempre me dio una mano", cuenta Elvira.
Para ella, lo que vive Manuel con el Dúo Orellana-Lucca es un sueño. Pero desde chico pudo ver que su hijo había nacido con "la música bajo el brazo". "Con 4 ó 5 años agarraba su guitarrita, se sentaba y cantaba en el fondo de casa, sobre de un árbol, o donde fuera. A los 7, cantó por primera vez en una radio en Frías. El padre lo acompañaba con la guitarra. Después, cuando Manuel tuvo 9 años ya era él quien lo acompañaba a su padre porque tocaba muy bien, de oído. Todo fue un don, algo que Dios le había dado", dice Elvira, aunque reconoce que en su padre tiene a quien haberle heredado la pasión que lo llevó a los escenarios. "El padre era de un grupo Los Cantores de Frías. Él era uno de los tres integrantes", señala.
Elvira se llena de orgullo cuando habla de su hijo, y recuerda cada paso que dio para llegar adonde está hoy. "Cuando era adolescente, a los 13 años más o menos grabó con un chico de Lavalle, después a los 15 con Raly Barrionuevo. En los Torneos Juveniles Bonaerenses ganó con la delegación de Santiago un viaje a Italia. Cuando volvió se quedó en Córdoba, ahí conoció al 'Pelu' (Lucca), y bueno, toda la historia que ya conocen", dice.
Quizás el haber visto a su marido seguir sus sueños con la música le sirvieron a Elvira para nunca intentar cortar esas alas. "Eran otros tiempos. Uno sabía con quién estaba y adónde estaba", señala. E igual que en aquella época ella lo acompaña con sus oraciones, cuando no puede ir a su show.
"Hasta ahora, yo sé que está por viajar, que tiene su gira y estoy ahí con mis oraciones, con mis pedidos para acompañarlo espiritualmente, aunque sea", cuenta Elvira.
Y entre las lecciones que le gustaría que Manuel guardara en su corazón está la humildad. "La verdad que parece un sueño a lo que ha llegado mi hijo, gracias a Dios. Y lo que siempre le digo es que siga siga siendo humilde, que no porque esté en el lugar que está se agrande. En Frías (la ciudad que lo ha visto crecer como persona y como músico) lo quieren muchísimo, es el 'Manolito' que cantaba a donde iba. Y me gustaría que siga así. Que no cambie, que se mantenga humilde".
