El calor, la falta de higiene en las manos, el consumo de agua no segura o de alimentos mal elaborados o cuya cadena de frío fue interrumpida, suelen ser los motivos de dichos síntomas, consideran los especialistas.
Crecen las consultas médicas pediátricas por dolor de panza, diarrea y vómitos Crecen las consultas médicas pediátricas por dolor de panza, diarrea y vómitos
En los últimos días se encendieron las luces de alarma en la comunidad debido al fuerte incremento de casos de niños con dolor de panza, vómitos y diarrea, que desembocaron en una obligada visita al médico para calmar los síntomas. Mientras que en los principales centros asistenciales de la provincia crecieron notablemente las consultas por este drama que preocupa principalmente a los padres, hubo un importante ausentismo en los jardines y colegios, debido a esta situación.
El Dr. Ángel Muratore, médico pediatra, llamó a los adultos a estar atentos a las señales, aunque llevó tranquilidad al considerar que se trata de cuadros gastrointestinales, que son fácilmente detectables y tratables.
"Los consultorios médicos, especialmente los pediátricos, se vieron invadidos por consultas relacionadas con síntomas gastrointestinales. Los dolores abdominales conocidos como cólicos, la diarrea, náuseas, vómitos y la fiebre conforman los síntomas más frecuentes", sostuvo el especialista.
Motivos
Sobre los principales factores que influyen en la aparición de los cuadros, Muratore consideró que "el calor, la falta de higiene en las manos, el consumo de agua no segura o de alimentos mal elaborados o cuya cadena de frío fue interrumpida, suelen ser los motivos de dichos síntomas".
"Si bien, más del 80% de los cuadros son de origen viral, y solo requieren reposo, higiene, hidratación y una dieta adecuada, un pequeño porcentaje tiene etiología bacteriana y requiere un tratamiento específico", precisó.
Hay otros factores que influyen en la presencia de los síntomas, que tienen que ver con hábitos poco saludables que resulta una amenaza para la salud.
En este sentido, Muratore alertó: "En los niños, además de los alimentos contaminados y el agua no potable, suele ser frecuente la infección por medio de las manos sucias o el introducir a la boca elementos contaminados como juguetes, lápices u otros elementos escolares".
No es un drama que sólo afecta a los niños
Cuando más de un miembro de la familia se ven afectados, algo muy frecuente en los últimos días, donde los papás de los niños acusan los mismos síntomas que sus hijos, se debe pensar en una intoxicación por un alimento o una bebida consumida por todo el grupo familiar, sostiene el Dr. Muratore.
"Se debe evitar el consumo de alimentación copiosa. La dieta debe ser de cantidad y de calidad. Se recomiendan alimentos astringentes e hipofermentativos tales como arroz, polenta, sopa de arroz o vitina, carnes de vaca o pollo magras y desgrasadas. Evitar salsas, frituras, fiambres, condimentos, golosinas, gaseosas, chocolates, el pan y sus derivados. En los bebés, el pecho materno es una fuente de rehidratación y protección contra las complicaciones", aconseja.
Hay que tomar la mayor cantidad de agua posible
"En niños mayores y adultos, el agua mineral o las sales de rehidratación también cumplen con ésta función", indica el Dr. Muratore, al considerar fundamental su consumo, durante estos días en los que la gastroenteritis persiste.
"Reponer líquidos seguros luego de cada vómito o deposición diarreica evita la deshidratación, principal complicación de la gastroenteritis", indica.
Finalmente recomendó: "El niño deshidratado suele presentarse decaído, pálido, con sus ojos hundidos y sin brillo, piel seca, y es muy frecuente las micciones escasas, lo que se conoce como oliguria y es un síntoma característico de la falta de liquido. Ante la presencia de alguno de ellos, debemos consultar con urgencia al médico".