Los cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina y no tendrán contacto con el exterior.
Cómo funciona el cónclave para elegir al nuevo Papa y cuándo podría ser Cómo funciona el cónclave para elegir al nuevo Papa y cuándo podría ser
Tras el fallecimiento del Papa Francisco, la Iglesia Católica se encamina hacia un nuevo cónclave, el tradicional y solemne procedimiento mediante el cual los cardenales del mundo eligen a su sucesor.
La palabra "cónclave" proviene del latín cum clave, que significa "con llave", en alusión al encierro que se impone a los cardenales en la Capilla Sixtina, sin contacto con el exterior, hasta que se logre la elección del nuevo Sumo Pontífice.
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Esta práctica, que podría realizarse 15 días después de la muerte del último Papa, (el próximo 6 de mayo), se remonta al siglo XIII y fue formalizada tras el histórico y prolongado cónclave de Viterbo, que duró casi tres años y terminó con la elección de Gregorio X.
En la actualidad, el proceso está meticulosamente reglamentado: solo participan cardenales menores de 80 años y se requieren al menos dos tercios de los votos para consagrar al nuevo Papa. El cardenal camarlengo es quien certifica oficialmente la muerte del pontífice, organiza el cónclave y resguarda cada detalle del proceso.
Aunque los electores juran secreto absoluto, a lo largo de la historia trascendieron anécdotas pintorescas, como la del coñac que algunos cardenales llevaban al cónclave para calmar los nervios, o el vino servido tras la elección de Juan XXIII y Juan Pablo I.
Otra curiosidad es que no es obligatorio que el nuevo Papa esté presente en el cónclave: incluso puede ser elegido un religioso ausente o alguien que no sea obispo, aunque en ese caso debe ser ordenado antes de asumir el pontificado.








