Luego de más de seis horas de debate, los dos candidatos que Javier Milei nombró por decreto fueron rechazados para integrar la Corte Suprema.
El Senado rechazó los pliegos de Ariel Oscar Lijo y Manuel José García Mansilla El Senado rechazó los pliegos de Ariel Oscar Lijo y Manuel José García Mansilla
En un importante revés para el Gobierno, que no buscó evitar el esperado desenlace al no considerar una salida alternativa más allá de confiar en la falta de quórum, el Senado rechazó este jueves los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, designados "en comisión" por decreto por el presidente Javier Milei hasta el próximo 30 de noviembre.
El caso del juez Lijo, quien aún no había asumido debido a que el máximo tribunal no aceptó su pedido de licencia en el Juzgado Federal N°4 de Comodoro Py, terminó con una votación de 27 votos a favor, 43 en contra y 1 abstención. En cuanto a García-Mansilla, quien sí se incorporó rápidamente a la Corte, su pliego obtuvo 20 votos positivos y 51 negativos. Ninguno de los dos alcanzó los dos tercios necesarios de votos a favor para ser aprobado, y ambos superaron el número de votos requerido para bloquear su designación, lo que impidió su ratificación.
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La situación de García-Mansilla, en particular, abrirá un conflicto de poderes y una serie de reclamos judiciales, ya que quienes votaron en su contra aseguran que su nombramiento debe ser anulado inmediatamente, dado que es el Senado quien tiene la facultad constitucional de designar a los jueces de la Corte. Por otro lado, el oficialismo y sus aliados defendieron que su designación por decreto es legal y que debe permanecer hasta el 30 de noviembre, una postura respaldada por la Casa Rosada, que la presentó como un argumento ante la prevista derrota en el Senado. Además, García-Mansilla sostuvo que solo podría ser removido mediante un juicio político.
Con la resolución de este jueves, se cerró la discusión sobre los jueces propuestos por Milei para la Corte, aunque el caso de García-Mansilla continuará siendo objeto de otros desarrollos. La propuesta de ambos fue realizada por el Gobierno el 20 de marzo de 2024: Lijo para ocupar la vacante dejada por Elena Highton de Nolasco en noviembre de 2021, y García-Mansilla para reemplazar a Juan Carlos Maqueda, quien se jubiló en diciembre pasado a los 75 años.
Los pliegos fueron enviados al Senado dos meses después, el 28 de mayo, y se ingresaron formalmente en la sesión del 12 de junio. Ambos jueces asistieron a audiencias públicas ante la Comisión de Acuerdos el 21 y 28 de agosto, respectivamente. Sin embargo, desde ese momento, ninguno de los pliegos obtuvo las firmas necesarias para habilitar su dictamen y ser llevado al recinto.
El dictamen para Lijo se consiguió solo el 12 de febrero de este año, durante el período de sesiones extraordinarias, cuando el Gobierno puso el tema en agenda. Con la firma de la senadora Lucía Corpacci, cercana a Cristina Kirchner, se consiguió el respaldo final. A pesar de las especulaciones sobre una sesión el 20 de febrero, el oficialismo no logró asegurar los votos, lo que llevó a la decisión de Milei de nombrarlos por decreto, una medida muy criticada.
Al día siguiente de la publicación del decreto, los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti le tomaron juramento a García-Mansilla, quien asumió su cargo en la Asamblea Legislativa dos días después.
Unión por la Patria, que contaba con algunos miembros que votaron a favor de Lijo, fue contundente en su rechazo a García-Mansilla, criticando su perfil "conservador" y la falta de una mujer en la propuesta. Sin embargo, lo que terminó de endurecer la postura contra García-Mansilla fueron sus propias palabras durante la audiencia pública, cuando expresó que no hubiera aceptado una nominación en comisión, dada la resistencia popular a este tipo de decisiones, y reconoció que un juez designado de esa forma podría perder independencia, especialmente en causas que involucren al Poder Ejecutivo.
A pesar de los intentos de algunos aliados del Gobierno para retirar los pliegos y evitar la derrota, como el último intento del senador radical Eduardo Vischi, el Gobierno decidió no retirar las propuestas, así lo indica el portal de Parlamentario.com
La sesión del jueves, que fue crucial, no fue presidida por la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien se encontraba en Estados Unidos, sino por la vicepresidenta del Senado, Silvia Sapag, de Unión por la Patria. El presidente provisional, Bartolomé Abdala, asumió finalmente la conducción de la sesión, que comenzó a las 14:13 con la presencia de 38 senadores.