Por Belén Cianferoni.
Crónicas de las Pastas que habitan en nosotros Crónicas de las Pastas que habitan en nosotros
Parece que las crónicas anteriores llamaron a la lluvia a jugar, y no sé cómo decirle al agua que ya me quiero volver a casa para secarme un poco y ponerme a trabajar en condiciones.
Con esta lluvia y este fresquito, tengo unas ganas anormales de comer pastas con una cantidad obscena de salsa. Me puse a trabajar: un par de planillas, clasificaciones, tiré otro par de líneas… y me volvió a dar hambre. Miré el reloj, miré la hora y pensé: hoy es 29, hoy podría comer ñoquis, hoy podría intentar persuadir a mi madre de que haga su magia.
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La verdad, no hizo falta insistir demasiado. Todos en el ecosistema de mi casa pensábamos lo mismo: ñoquis con salsaaaaaa. No hubo que rogar mucho. Me quedé pensando en lo mucho que nos parecemos quienes amamos la pasta, más allá de nuestra ascendencia italiana. La pasta, desde su aparición estelar en 1154 (creo), no ha dejado de maravillarnos y de engordarnos en igual medida. Vale su peso en oro, pero, como siempre, la moderación es una virtud que se aprende con el tiempo.
Nos ha influenciado tanto que hasta su elección misma nos define. Me puse a investigar mientras comía un par de platos y, junto con mi sobrina Milagros, llegamos a esta conclusión:
¿Qué estilo de persona sos según la pasta que elegís un día lluvioso?
? Ravioles – El tradicionalista nostálgico
El clásico del domingo en lo de la abuela. Persona de costumbres fijas, que jura que "antes era todo mejor" y que sigue viendo programas de televisión de los 90. Se resiste a la modernidad, pero en secreto tiene TikTok para ver videos de perritos.
? Sorrentinos – El exagerado gourmet
Si va a comer pastas, que sea con de todo: jamón y queso es de básicos, esta gente te pide sorrentinos de cordero patagónico con reducción de malbec. Se cree sofisticado, pero en la heladera tiene quesillo y fiambre en un tupper sin tapa.
? Ñoquis – El vagoneta encantador
No tiene muchas ganas de laburar, pero de alguna forma siempre consigue que lo inviten a comer. Amigo del chamuyo, siempre te dice "después arreglamos" y nunca pone fecha. Vive con la filosofía de que la vida es corta para madrugar.
? Tallarines – El caótico funcional
Persona acelerada, medio colgada pero efectiva. Se le queman los fideos una vez al mes porque se olvida que los puso en el fuego. No planea nada con anticipación y siempre termina improvisando, pero, de alguna forma, todo le sale bien.
? Lasagna – El intenso dramático
Si hace algo, lo hace a lo grande. Cree que su vida es una película de Hollywood. Ama discutir de política en la mesa y, si no hay conflicto, lo inventa. Su frase de cabecera es: "No sabés todo lo que me costó llegar hasta acá".
No importa quién seas ni de qué signo zodiacal. En algún momento del invierno, te vas a encontrar a vos mismo enfrentando un plato de salsa. Conviene mirarlo y pensar.
Ese plato es amor y aprendizaje. Llegó hasta mí después de mucho tiempo de práctica, de esfuerzo, de manos que lo hicieron con cariño. Cada bocado es un abrazo.
Si tenés la suerte de compartir la mesa con la gente que amás, hacé un brindis, bendecí la comida y preparate para la siesta más hermosa del año.