Sigue preso, Jorge Hernán Carabajal. Prófugos, Miguel Ángel "Yiyo" Cáceres, Wilson Farías, Javier Gallardo y Kevin Rodríguez.
Buscan al quinto integrante en audaz robo de agroquímicos Buscan al quinto integrante en audaz robo de agroquímicos
La Justicia libró ayer orden de detención para un quinto eslabón en el millonario robo de agroquímicos, una larga cadena con un solo detenido, "apresado" por el "filo" de la lengua de su novia en crisis de pareja.
En audiencia, la jueza de Control y Garantías, María Pía Danielsen, prorrogó la detención de Jorge Hernán Carabajal, quien intentó despegarse del brete legal, afirmando que el día en que desaparecieron agroquímicos, valuados en U$S 10.000, "yo me encontraba tomando en Yuchán".
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Puesto en perspectiva, la fiscal, Luján González Garay, acusa al grupo de robar agroquímicos al productor Manuel Monedero.
Todo hizo eclosión en los primeros días de marzo. Jorge Hernán Carabajal trabajaba en los "mosquitos" del campo arrendado por Monedero, a la vera de la ruta 6, a 13 kilómetros de Quimilí. Se sospecha que una pareja de Carabajal discutió con este. Llena de ira, llamó por celular a una empleada de Monedero y "prendió el ventilador".
Revuelo mayúsculo
En días, la causa se convirtió en un peligroso "buscapié" que recaló hasta en Los Juríes, General Taboada, y quitó la paz a Miguel Ángel "Yiyo" Cáceres, con antecedentes en el rubro e investigado también por González Garay.
Y no hubo vuelta atrás. Tres abogados pidieron eximición de prisión para "Yiyo" Cáceres, Wilson Farías, Javier Gallardo y Kevin Rodríguez. Los jueces las desestimaron y forzaron a sus impulsores a la inmediata profuguez.
En audiencia de la víspera, la fiscal destacó que se trata de una ambiciosa investigación y destacó que el rompecabezas aún adolece de muchas piezas, una de las cuales se apresta a detener.
En efecto, ha solicitado una orden de detención y se la habrían otorgado, pero hasta el cierre se ignoraba de quién se trataba.
En la hipótesis fiscal, los tres empleados de Monedero vendieron los productos por $ 600.000. Después, los otros sujetos habrían negociado con "Yiyo", el peso pesado del negocio con contactos dentro y fuera de la provincia. Ergo, se intuye que el quinto eslabón correspondería a la segunda escala del negocio.