La jueza fijó perimetral. Un joven denunció a tres de golpearlo a trompadas y patadas. Y a un cuarto de no recibirle la denuncia.
Por batahola, 4 hermanos Pajón se despiden de las canchas, en Lugones Por batahola, 4 hermanos Pajón se despiden de las canchas, en Lugones
Cuatro hermanos, dos de ellos funcionarios policiales, tienen vedado presentarse en canchas de fútbol al menos por 90 días, como resultante de un conjunto de reglas de conducta, al recuperar la libertad tras un escándalo con un hombre herido en Lugones, Avellaneda.
Así lo dispuso la jueza de Control y Garantías de Añatuya, General Taboada, Gladys Liliana Lami (foto), al excarcelar a Sergio, Enzo, Rubén y Raúl Pajón (dos últimos, policías), tras la denuncia de José Domínguez en Asuntos Internos de Jefatura de Policía.
Según la investigación, Sergio, Enzo y Rubén jugaron al fútbol. Ganaron un partido decisivo, pero terminaron a las trompadas, cuya peor parte recayó en Domínguez.
Golpeado, el hombre quiso denunciar, dos veces, y la respuesta fue no: a Raúl factura haber mirado para otra parte mientras trabajaba en la guardia de Lugones.
El policía Rubén (de Garza) fue imputado por "lesiones leves agravadas por la condición de funcionario. A su vez, sus otros dos hermanos civiles por "lesiones leves". En tanto, el policía de Lugones, Raúl Pajón, enfrenta cargos por "incumplimiento de los deberes de funcionario público".
Ahora, las defensas, Franco Cejas Escalada (foto), por los policías, y Alfredo Galeano, por los civiles, acudieron a los tribunales en busca de sendas libertades.
Después de un profundo análisis, la jueza dijo sí. Empero, no se las hizo nada fácil a los Pajón. No pueden acercarse a 300 metros de Domínguez. Y como éste es amante del fútbol, los hermanos se despedirán del fútbol al menos por 3 meses.