Joaquín Reyes Leguizamón es de Las Termas de Río Hondo y el sábado último se consagró campeón argentino de ruta en la categoría 2011. Santiago tiene un gran proyecto para ilusionarse.
Un ciclista santiagueño con autismo, de 13 años, brilló en Junín Un ciclista santiagueño con autismo, de 13 años, brilló en Junín
Cuando un deportista hace volar la imaginación, lleva su tiempo, su trabajo y toda su dedicación al camino de los sueños, todo se transforma después en un sentimiento de pasión, esperanzas, sueños e ilusiones.
Como las que tenía Joaquín Reyes Leguizamón, un chico de 13 años de Las Termas de Río Hondo, con diagnóstico de autismo de nivel 1, que nunca dejó de soñar ni de pensar en que todo aquello que parecía imposible, hoy iba a ser finalmente realidad.
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El año pasado se consagró campeón nacional en la categoría 2011 en el Campeonato Nacional Infanto Juvenil 2024, mientras que ahora volvió a tocar el cielo con las manos pero con un título de mayor relevancia: el Argentino de ruta, en Junín, Buenos Aires.
"El sábado gané en la categoría 2011 en el Campeonato Argentino de Junior y Menores. Obtuve el título Argentino y estoy muy feliz. Jamás había pensado en que lo podía lograr, pero está vez se dio y no lo podía creer cuando subí al podio para recibir el premio", expresó Joaquín que estuvo acompañado por su papá ciclista Carlos Reyes, su mamá Gabriela Leguizamón y su hermana Catalina, de 10 años y también prácticante del deporte del pedal.
La carrera que consagró al ciclista termense fue en el autódromo Eusebio Mansilla, de 4.200 metros de la ciudad de Junín.
"En total fueron 8 vueltas, con cerca de 34 kilómetros de un duro recorrido, y la definición fue dramática en el sprint. Le saqué una corta ventaja al segundo y pude lograr algo que siempre soñé, pero que no me imaginaba que se podía dar. Menos en tan poco tiempo que llevo arriba de la bicicleta que son tres años", agregó Joaquín, un chico que empezó a correr a los 10 y que recibió el legado de su papá, también ciclista.
Pero el título del flamante campeón argentino tiene mucha más preponderancia no solamente por la forma en que lo hizo, sino que a los 10 años fue diagnosticado con autismo nivel 1.
"Gracias a Dios el tratamiento que viene haciendo con el neurólogo infantil Lucas Roos de Córdoba viene muy bien. Si es una tarea difícil y por lo general se da más en las carreras donde no todas salen como uno espera y llega la frustración. Somos de hablarle mucho y de ponerle límites porque estamos ante un chico de edad complicada. Nos resulta más fácil cuando sabemos que es lo que quiere él. El ciclismo para Joaquín es una terapia. Es un deporte que lo ayudó muchísimo", comentó su mamá Gabriela cuando habló de la salud de su hijo autista, además de tocar otros temas que hacen a la conducta y al manejo familiar.
"Ya aprendió a desenvolverse un poco más. Lo de Joaquín sería más bien el síndrome de Asperger que se lo tomó como nivel 1 del autismo. Fue diagnosticado por un índice alto de inteligencia. Está en el punto de corte o sea entre ser y no ser. El neurólogo hace otros tipos de estudios para ver en qué punto lo incorpora. Él no tiene problema ni para el contacto visual. Hay características muy mínimas que si las tiene y es ahí donde nosotros trabajamos", acotó Gabriela.
Volviendo a la charla con Joaquín, el campeón argentino siente que el ciclismo le dio un estímulo muy grande en su vida y que significó mucho para lo que él considera que es una etapa superada.
"Podría decir que es una etapa superada gracias a los entrenamientos, esforzándome en el día a día y todo lo que tenga que ver con mi preparación en el ciclismo", indicó uno de los grandes proyectos del deporte de Santiago del Estero.
Para darle un valor agregado al efecto positivo que causó el ciclismo cuando a los 10 años fue diagnosticado con el autismo nivel 1, Joaquín reconoció que en ese momento su estado de ánimo era muy bajo y que por su condición pensaba que no iba a cumplir con los objetivos.
"Pero me puse como meta al menos terminar las carreras en el ámbito nacional y no ganarlas porque sabía que en ese momento era muy difícil. Estaba muy bajo en cuanto al ánimo y entendía que estaba muy lejos de lograr lo que hoy gané (el título argentino). Con el esfuerzo diario, nunca bajé los brazos y pensando en positivo, el sábado se me dio", afirmó el pequeño termense en alusión a la gran victoria en Junín.
Hoy toda la familia disfruta de esta conquista en Las Termas y no es para menos.
Detrás de todo ello, hay un equipo que lo acompaña y asiste, entre ellos su entrenador Daniel Juárez (campeón y argentino en Elite) y su preparador físico Leo Palomino, y que siente que habrá que seguir trabajando para ir por nuevos desafíos
"Ahora a voy a descansar en Las Termas y después a planificar con mi familia y mi equipo todo lo que puede llegar más adelante. Hay varios compromisos importantes para asumir', apuntó el campeón argentino y orgullo de Santiago.
Con 9,86 de promedio en el colegio y el sueño de correr en el Tour de Francia
No todo es ciclismo en la vida de Joaquín que el año pasado terminó el colegio con un promedio de 9,86 para el orgullo y la felicidad de su familia.
"De todas las materias que tengo, me gusta mucho la de matemáticas. Me apasiona y a futuro me gustaría ser profesor de esta materia", contó el ciclista que confesó que tiene otro sueño: ser un competidor profesional y participar en el Tour de Francia.
"Es como ir a un Mundial para los ciclistas", dijo.