Por el Dr. Ricardo Passone.
¿Te entró algo en los ojos?, evita frotarlos, puede ser muy peligroso ¿Te entró algo en los ojos?, evita frotarlos, puede ser muy peligroso
Cuando sentimos una molestia en los ojos, en un acto reflejo, inmediatamente nos restregamos, ¿cuál es el peligro de esta práctica?
Si te frotas los ojos a menudo, deberías tener en cuenta que puedes llegar a tener importantes problemas en la vista por este gesto, que parece inocuo, pero no lo es. Seguro que ya sabes que no se debe hacerlo, pero es posible que no le des la importancia que tiene hacerlo de forma frecuente.
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La razón de que lo hagamos es que estimula la producción de la lágrima y ayuda a lubricar el ojo de cualquier partícula o cuerpo extraño que haya entrado en contacto con el globo ocular. Así que por eso a veces lo hacemos de forma inconsciente, porque notamos una incomodidad en el ojo. Si era polvo o algo parecido puede que con la lubricación salga y que nos sintamos aliviados y deje de picarnos, sin embargo, hay otras muchas razones por las que nos frotamos los ojos.
Una de ellas es la llamada por los especialistas la sequedad ocular. Lo que hace es que tengas la impresión de que tienes algo en el ojo, aunque no sea así, y el frotarlo hace que la lágrima te alivie, pero no soluciona tu problema de sequedad. También están las alergias conjuntivales u otro tipo de alergias, que producen picores oculares, además del cansancio ocular que se produce, por ejemplo, después de pasar muchas horas delante de pantallas o incluso trabajando frente a la del ordenador.
En este último caso, lo que hace que se seque el ojo es que, al estar mirando a un punto fijo mucho tiempo, parpadeamos menos, por lo que nos acecha de nuevo la sequedad. Y también hay muchas otras causas como, por ejemplo, que tengamos alguna infección en el párpado u otro tipo de problema en la piel que rodea los ojos.
El problema de frotarse a menudo los ojos, por la razón que sea, es que les transmitimos gérmenes o bacterias que podemos tener en las manos, por mucho que nos lavemos a menudo o cuando el viento hace que nos entre en ellos alguna partícula por la calle. En estos casos es muy frecuente que se produzcan daños en la superficie ocular, tanto en la zona de la conjuntiva como en la córnea, según advierten los expertos.
Otros perjuicios posibles que podemos llegar a tener de frotarnos mucho los ojos son desde derrames, por la presión que estamos ejerciendo al frotarnos que puede ir rompiendo pequeños vasos sanguíneos hasta agudizar problemas de tipo estético, tales como las arrugas, la caída del párpado.
Y, finalmente, las personas alérgicas a cuestiones medioambientales deben tener, según los especialistas, especial cuidado porque tienden a frotarse los ojos muy a menudo, lo que produce a menudo una enfermedad que se llama queratocono. Este hace que la córnea de tus ojos se vuelva más fina y comience a abultarse adoptando una forma de cono y volviéndose cada vez más fina, provocando problemas de visión. Esto ocurre mucho en niños y adolescentes propensos a este tipo de alergias.
¿Qué pasa si siento algo en el ojo y no tengo nada?
Puede ocurrir que la molestia que estés sintiendo dentro del ojo no esté producida por ningún agente externo. En ese caso, suele deberse a sequedad ocular o algo de irritación. Esta sensación es cada vez más habitual por el uso de pantallas o la contaminación, y la mejor forma de prevenirlo, y aliviarlo, es con colirios hidratantes.
Cómo limpiar los ojos por dentro y retirar lo que te molesta en el ojo.
Si una vez localizado consideras que puedes retirarlo tú mismo, hazlo sin dañar la córnea y con suavidad empleando un algodón. Si no es el caso, prueba a lavar tu ojo con un suave chorro de agua, dejando que esta resbale desde el puente de la nariz hasta la parte ocular más externa, de forma que arrastre consigo el objeto. También puedes enjuagarte con gotas para los ojos.
Si finalmente no puedes extraer el objeto o los síntomas persisten una vez que este se ha retirado, la mejor opción es que acudas a un profesional. ¡Los ojos son una zona muy delicada y no vale la pena correr riesgos innecesarios!
Cómo limpiar los ojos por dentro
Como apuntábamos, es muy importante extremar las precauciones al lavar los ojos, y hacerlo muy suavemente. Para empezar, es crucial que te laves las manos con detenimiento para asegurar que eliminas la suciedad y las sustancias contaminantes de los dedos. También es conveniente lavarse las manos entre ojo y ojo para evitar pasar una posible infección de uno al otro.
¿Cómo me puedo lavar el ojo?
Para lavar los ojos por dentro hay varios líquidos que puedes utilizar como, por ejemplo:
Agua: siempre es la opción ideal por ser la más natural y minimizar daños. Como comentábamos antes, debes lavar el ojo con abundante agua para que el cuerpo externo que está molestando sea arrastrado al exterior suavemente.
Suero fisiológico, lubricantes oculares: las gotas para los ojos son una buena alternativa al agua, sobre todo porque es cómodo de transportar y lo puedes llevar siempre encima para una emergencia. Ten en cuenta que una vez abierto un envase monodosis debes desechar lo que no hayas usado, guardarlo para después conlleva el riesgo de que se contamine. La lógica es la misma que con el agua, echa gotas suavemente para que el agente externo sea expulsado con cuidado.
Una vez limpiado el ojo por dentro, es recomendable limpiar también la parte exterior. Ten en cuenta que no solo debes cuidar el interior del ojo, ¡la zona exterior también es muy sensible!
Usa gasas estériles o discos de algodón para limpiarte los ojos, es la mejor manera de poder acceder a todas las zonas del ojo con suavidad. Recuerda utilizar una gasa diferente para cada ojo para minimizar el riesgo de contaminación cruzada.
Es conveniente limpiarse desde el lagrimal hacia afuera, siguiendo la forma natural del ojo.
¿A dónde van las cosas que se meten en el ojo?
Al contrario de lo que se suele pensar, no hay opción de que una mota de polvo, una pestaña o cualquier agente extraño que se nos haya podido meter en el ojo acabe en la parte de atrás del globo ocular. Entre la parte de atrás y la parte de adelante hay una membrana que une el ojo a la cavidad, impidiendo que los elementos externos puedan pasar.
En cambio, lo más habitual es que el propio ojo expulse el elemento extraño al cabo del tiempo o mientras dormimos.
¿Qué puede pasar si nos hacemos daño al intentar sacarnos algo del ojo?
Como ya sabemos, los ojos son un órgano muy delicado, por lo que es importante extremar las precauciones cuando interactuamos con ellos. A la hora de intentar sacar algo del ojo, hay que recordar que no debemos forzar. Si el cuerpo externo no aparece o da la impresión de estar incrustado en el ojo, es crucial no frotar u obcecarse en intentar sacarlo. Para evitar complicaciones como traumatismos, heridas o desgarros, lo mejor es acudir rápidamente a urgencias para que un profesional pueda valorar la situación y dar la mejor solución posible.
Así que, en conclusión, en primer lugar, intenta no frotarte los ojos, y si entra alguna partícula, lávalos bien al llegar a casa con un producto específico para ello. Y, desde luego, si ya te frotas los ojos a menudo, no tardes en pedir cita con tu oftalmólogo porque, como sabes, mejor prevenir que curar.